Enrique Cardenas

Comisión por omisión

Los estudios muestran que la pandemia pudo haberse enfrentado mejor, pero por ineptitud, negligencia o soberbia de los responsables demuestran que su respuesta fue lenta e ineficaz.

Universidad Iberoamericana de Puebla, Puebla contra la Corrupción e Impunidad

Estos son los hechos: el manejo de la pandemia en México, Estados Unidos, Brasil y el Reino Unido fue simplemente lamentable, desastroso y con un alto costo en vidas que pudieron evitarse. Otros países reaccionaron mejor y han salido mejor librados. Para todos los gobiernos fue complicado, se requirió tomar medidas difíciles y las instituciones y los sistemas de salud fueron puestos a prueba.

Para aprender de esta pandemia, y generar recomendaciones que pudieran ser útiles y provechosas para la comunidad internacional, la Asamblea de la OMS formó un comité independiente (Independent Panel on Pandemic Preparedness and Response) para estudiar las maneras en que los diversos países y sus gobiernos la enfrentaron.

Este comité encargó estudios de caso a grupos de especialistas reconocidos mundialmente, y los referentes a Estados Unidos y México se publicaron la semana pasada. Estos reportes fueron realizados por el Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California (consultar en https://globalhealthsciences.ucsf.edu/), liderado por el Dr. Jaime Sepúlveda, su director ejecutivo, y dos equipos de profesionales en la materia.

Resumo sus hallazgos: en el caso de Estados Unidos, el reporte afirma que “A nivel internacional, los Estados Unidos se desempeñaron pobremente comparado con Europa y en forma desastrosa comparado con Asia del Este y Australasia… Si Estados Unidos hubiera respondido con la rapidez y efectividad de Asia del Este, más de 428 mil vidas estadounidenses se hubieran salvado” (pp.1 y 14). También concluye que el gobierno federal no tuvo el liderazgo efectivo, que los Estados Unidos reaccionaron tarde y sin convicción, con políticas de salud mal implementadas y con insuficiente financiamiento. También concluyen que la crisis afectó mucho más a los más pobres y vulnerables, y que la estructura del sistema de salud no está preparada para enfrentar una pandemia global como ésta. El punto positivo fue la inversión pública en vacunas que permitió su rápido desarrollo y el apoyo a empresas y familias para evitar que cayeran en pobreza (pp.2-4).

En el caso mexicano, las conclusiones son: “México fracasó en su respuesta a la pandemia en relación con países comparables… (hubo) fallas en la vigilancia epidemiológica y en el control de la pandemia… Las proyecciones del gobierno sobre el curso de la pandemia y las expectativas sobre las probables consecuencias de la emergencia fueron demasiado optimistas, infundadas y condujeron a una planificación deficiente… Estimamos que si México hubiera tenido un desempeño promedio en la pandemia, se habrían evitado alrededor de 190 mil muertes por todas las causas en 2020… Los casos y muertes se han concentrado desproporcionadamente en los municipios con mayores niveles de marginación socioeconómica… México registra un número especialmente alto de muertes entre trabajadores de la salud, lo que evidencia fallas en la preparación del sistema de salud” (p.36).

Las conclusiones son demoledoras. Cientos de miles de vidas se pudieron haber salvado si se hubieran hecho las cosas mejor, en su debida proporción. ¿Cómo se llama eso? ¿Existe algún tipo de responsabilidad de quienes tomaron o dejaron de tomar las decisiones? Los estudios muestran que la pandemia pudo haberse enfrentado mejor, pero por ineptitud, negligencia o soberbia de los responsables demuestran que su respuesta fue lenta e ineficaz, a pesar de saber sus posibles consecuencias. Esa conducta parece tocar el borde de lo criminal. Según algunos abogados consultados, podría considerarse, al menos, un cargo de homicidio imprudencial, cometido por omisión, que podría llevar a una responsabilidad penal a quienes tuvieron la responsabilidad. No estoy calificado para afirmarlo personalmente, pero la muerte evitable de tantos mexicanos al menos debería de causarnos indignación y explorar si esos hechos pudieran llevar a cargos por delitos penales. Sería de mínima justicia para las víctimas de la deficiente acción del gobierno y sus familiares.

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