PASADO MAÑANA EL Consejo Coordinador Empresarial (CCE) cambiará de presidente. Carlos Salazar dejará la posición a Francisco Cervantes. Ese miércoles 2 de marzo las votaciones serán un mero trámite.
Desde hace un mes se conoce que la comisión ejecutiva del CCE se decantó por el expresidente de la Concamin. Y hace casi un año el inquilino de Palacio Nacional había expresado su simpatía por él.
Una vez consumada la votación, donde Cervantes va con por lo menos cinco votos contra dos de su único oponente, Bosco de la Vega, se habrá cumplido una semana de la comida que el Presidente ofreció al CCE.
Una elección tan simulada como la misma comida que a bote pronto convocó quien todavía la hace de enlace con los empresarios, el exjefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza-Madero.
En ese encuentro López Obrador lució muy seguro y de muy buen talante. Los embates contra su gobierno y su familia no lo mostraban mancillado. Al contrario, muy echado para delante contra sus adversarios.
Los que sí se vieron temerosos fueron los propios invitados. Los 15 asistentes tuvieron la palabra. La gran mayoría abogó y pidió apoyo a su sector. Uno que otro balbuceó una suerte de agradecimiento.
En la primera hora y media de una charla que duró cerca de cuatro horas ninguna palabra en torno a la corrupción en el gobierno de la cuarta transformación. Ni de José Ramón López Beltrán ni de la ‘casa gris’.
El tabasqueño hizo mención a cuatro empresarios. Dos veces Ricardo Salinas, a quien dijo respetar por ser un crítico de su gobierno, pero que también sabía reconocer los aciertos de su administración.
Mismo comentario en torno a Carlos Slim Helú: no siempre coincidían, pero un empresario que podía reconocer avances, como la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
De Alberto Baillères, como un hombre muy ordenado, que dejó lista su sucesión, y de Antonio del Valle Ruiz, como un buen asesor de él en lo personal. Los tres primeros miembros de su Consejo Asesor Empresarial.
Durante la comida López Obrador mandó una tenue señal de en lo que podría terminar su propuesta de reforma energética: “quitarle las aristas” y continuar el análisis para identificar sus áreas de oportunidades.
En ningún momento cuestionó la férrea defensa que el sector empresarial ha realizado del actual marco legal, de los contratos privados y de las inversiones de particulares.
La comida terminó con un recorrido por Palacio Nacional.
HOY ESTÁ PROGRAMADA la audiencia de vinculación de los socios del bufete de abogados que denunció Juan Collado, como parte de un acuerdo reparatorio y un criterio de oportunidad que le ofreció el año pasado el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero. En la víspera la dependencia filtró la denuncia para pavimentar su objetivo de aplicar a los acusados prisión preventiva. Muchos elementos de la carpeta de investigación, que se han venido publicando semanas atrás y con mayor contundencia ayer, suenan inverosímiles y podrían ser combatidas por el despacho de Juan Araujo, César González, Isaac Rodríguez y el financiero David Gómez Arnau. Si la FGR no quiere volver a hacer otro ridículo como los de Emilio Lozoya y Ricardo Anaya tiene que sustentar sólidamente sus acusaciones. Ayer Julio Scherer y Santiago Nieto empezaron a deslindarse. Las denuncias si bien pegan duro a los litigantes, al mismo tiempo operan como blindaje para ellos porque el objetivo final del fiscal es el ex consejero jurídico de la Presidencia. Si Gertz y su fiscal Juan Ramos no tienen bien armado el caso, si los denunciados construyen una buena defensa y si Andrés Manuel López Obrador y sus cercanos son congruentes y se oponen a la liberación de quien representa lo que prometieron erradicar, el fiscal habrá perdido una batalla determinante. Pero si sucede todo lo contrario, Gertz cobrará tal empoderamiento que será más difícil para quienes quieren removerlo y lo ven cada vez más riesgoso hasta para la propia Presidencia.
MARÍA ASUNCIÓN A RAMBURUZABALA acaba de dar otro paso en pos de su retiro de los negocios en México. Cerró la venta de Medistik, especialista en logística de diversas áreas de la industria farmacéutica. En sus cinco centros de distribución resguarda más de 30 millones de dosis y dispositivos médicos al año. La empresaria la vendió a Grupo Traxión, de Aby Lijtszain, industrial que con esta operación valuada en cerca de 140 millones de dólares se fortalece como uno de los principales nuevos distribuidores de medicinas para el IMSS, ISSSTE e Insabi. A Medistik, que era una inversión del fondo Tresalia, lo representó Goldman Sachs, la correduría que comanda Manuel Camacho Velasco.
OTROS QUE NO los para nadie son a los hermanos Andrés y Felipe Chico Hernández. Acaban de asociarse con el influyente fondo KLS Capital Partners. Se trata de un vehículo que desde el año 2005 ha realizado más de cien operaciones por un monto de 15 mil millones de dólares en el ámbito de viajes y hospedaje de alta gama. Rodina Capital, el fondo de los hijos de Fernando Chico Pardo y sobrinos de Roberto Hernández Ramírez, aportó cuatro hoteles, uno de los cuales es el Viceroy de Los Cabos. Los Chico Hernández están cerrando en paralelo otras compras de hoteles en España. Son dueños ya del Villa Magna y el Bless de Madrid y el Four Seasons de Palma de Mallorca.
ESEOTRES PHARMA QUEDÓ en segundo lugar en la compra consolidada de profopol que realizó hace unas semanas el Insabi. La empresa que comanda Diego Argüelles va a abastecer 40 por ciento de los requerimientos del organismo que dirige Juan Antonio Ferrer. Estamos hablando de un millón 750 mil piezas. En el mercado muchos se empezaron a preguntar si al proveedor cumplirá en tiempo y forma, pues el producto proviene de Ucrania. Lo fabrica la empresa Farmak, de Volodymyr y Viktor Kostiuk. Pues bien, le podemos asegurar que Eseotres tiene garantizado el suministro del agente anestésico. Una parte ya lo tienen en sus bodegas y otro tanto viene en camino por mar.
LA CFE ALISTA ahora la adjudicación de otro par de plantas de ciclo combinado. Se trata de Norte IV, mejor conocida como Lerdo, en Durango, de 350 megawatts y un costo de aproximadamente 375 millones de dólares; y Manzanillo, de otros 250 megawatts y una inversión cercana a los 300 millones de dólares. Lo interesante es que las huestes de Manuel Bartlett andan impulsando ahora a la china Harbin Electric International, que no goza precisamente de la mejor reputación y sí representa un riesgo contingente. Como le informamos, la empresa productiva del Estado ha venido asignando las once últimas plantas principalmente a los alemanes de Siemens y a los japoneses Mitsubishi.