Confidencial

Ahora el Cuau busca colocar a su hermano

Resulta que Ulises Bravo Molina se postuló, su registro fue aceptado y su nombre se publicó este fin de semana en las listas de postulantes, señala Confidencial.

No puede ni con el estado que gobierna, y así lo muestran los altos índices delictivos en Morelos, y Cuauhtémoc Blanco ya anda candidateando a su hermano para la dirigencia estatal de Morena. Resulta que Ulises Bravo Molina se postuló, su registro fue aceptado y su nombre se publicó este fin de semana en las listas de postulantes. “Por supuesto que me gustaría llegar a dirigir el partido en el estado, y no he pensado en una candidatura, es muy pronto para ello”, comentó en entrevista… No, bueno, menos mal. Lo cierto es que, según los críticos del exfutbolista, él y su gente “pretenden controlar al partido e imponer a sus allegados”. Veremos.

Reforma electoral, tiempo perdido

Admiten escépticos en oficinas del PAN y el PRI en San Lázaro que las discusiones para una posible reforma electoral “en realidad será tiempo perdido”. Estiman que las posiciones son inamovibles: Morena contra el INE y la oposición en su defensa. Al final, aunque haya uno, dos o tres o cuatro meses de debates entre partidos y con los expertos, Morena no logrará alcanzar la mayoría calificada de las dos terceras partes para avalar la reforma constitucional, y las 49 iniciativas que están en la mesa todas se irán de nuevo al cajón para otro mejor momento, anticipan operadores políticos legislativos.

Adán Augusto, interlocutor “mudo”

Las burbujas de poder del PRI y el PAN en San Lázaro estiman que se acabó la efímera interlocución política con el gobierno en lo que resta del sexenio de la llamada 4T. La “pequeña rendija” que abrió el tabasqueño Adán Augusto López como nuevo titular de Gobernación –por instrucción del Presidente– con la oposición apenas duró unos días y el hoy secretario es “un interlocutor mudo, distraído, ocupado en sus ambiciones políticas, y tiró el trabajo de su oficina”. Se acabó el “poco diálogo político”, advierten en las coordinaciones parlamentarias. Con Morena sólo hay y habrá choques, señalan.

Sigue opacidad con médicos cubanos

A pesar de que ya están ocho médicos cubanos instalados en Nayarit, en el programa IMSS Bienestar, el gobierno sigue sin dar detalles de cómo será la contratación del personal. Desde que el presidente López Obrador regresó de La Habana, quedó hasta en tres ocasiones de hacer transparente dicho convenio y la fecha se desconoce. Y nada…

Corcholateando en Colima

A echarse unos chilaquiles, un coco y corcholatear, así fue el domingo de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien se fue a Colima, en medio de las críticas de los morenistas afines a Ebrard, quienes acusaron que algunos aspirantes usan recursos públicos. Algo habrá quizá de cierto, pues la favorita de Palacio, en uno de sus post de Facebook, hasta se disculpó porque en un restaurante de Comala –donde se comió los chilaquiles– “ya les trajimos todos los fotógrafos”. Estaría bien que aclare si dichos fotógrafos son los oficiales que documentan sus actividades como funcionaria, o contrató, de manera personal, a unos para la campaña anticipada.

‘Campañeando’ en la capital

Parece que en la Ciudad de México también el secretario de Gobierno, Martí Batres, anda ‘campañeando’, pues desde hace semanas recorre las alcaldías con el pretexto de instalar módulos del programa de desarme. Estuvo ayer en el Templo de Santa Mónica, alcaldía Benito Juárez, donde presumió que la capital tiene un nivel de percepción de inseguridad más bajo que la media nacional. En la lista de las corcholatas morenistas en la capital se mencionan, además de Batres, a Clara Brugada, alcaldesa en Iztapalapa; Omar García Harfuch, secretario de Seguridad en la CDMX; Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana federal, y hasta al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.

COLUMNAS ANTERIORES

Se arrepiente MC de querer obligar a los medios
Rogelio Ramírez en la OCDE

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.