Colaborador Invitado

“El reto de los trasplantes en México: salvar vidas en espera”

México ha logrado avances significativos en la donación y trasplante de órganos, aún hay mejoras pendientes, destaca el doctor Manuel Wong.

Por: Dr. Manuel Wong Jaén / Coordinador corporativo de trasplantes CHRISTUS MUGUERZA

La pandemia de covid aún resuena en la memoria reciente de todos. Esa crisis sanitaria universal que nos golpeó de cara, sumiendo a la población en una enfermedad agónica que conllevaba el rápido y progresivo deterioro pulmonar hasta la muerte inminente. Una enfermedad que sin duda puso en jaque la infraestructura sanitaria de la mayoría de los países y desafió la capacidad de organizarnos de forma local, regional y mundial para prevenir la propagación, controlar sus efectos sociales, económicos y encontrar una cura.

Sin temor a equivocarme puedo decir que, durante ese periodo, todos vivimos con miedo de enfermar y fallecer por el daño pulmonar causado por el SARS Cov-2.

Hoy en todo el mundo, muchos pacientes viven con una pesadilla muy similar convertida en realidad, pacientes con deterioro de algún órgano vital (pulmón, hígado, riñón, corazón, páncreas) en etapa final, sin tratamiento probable salvo un trasplante de órgano. Representan una población de pacientes que imprime en la sociedad, la economía y los sistemas sanitarios mucha presión al ser el trasplante un tratamiento con elevado costo que requiere de un marco jurídico robusto, recurso humano altamente preparado, infraestructura avanzada, y sobre todo del altruismo y la donación de órganos, con todas las implicaciones éticas y morales del caso.

Por tal motivo la donación y el trasplante de órganos son temas de gran relevancia y complejidad; México con sus más de ciento treinta millones de habitantes1 y su diversidad social, cultural, económica y sanitaria no es ajeno a esto. Pero, ¿cuál es nuestra realidad?

El primer trasplante exitoso en México; fue renal y se realizó en octubre de 19632. Desde entonces, el número de trasplantes se ha incrementado cada año (con excepción del periodo de pandemia) hasta unos siete mil en el 20243, más del 50% de estos procedimientos se realizan en el sector de salud público y con predominio en los estados del centro y norte del país. Y aunque hemos avanzado significativamente como en esta área, existen desafíos importantes.

La lista de espera de órgano sigue siendo larga y en aumento cada año. Para 2025, el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) reporta casi 20,000 personas enlistadas, el 86% de ellas en espera de un riñón.4 Y se estima que cada año se cubre no más del 25% de esta lista.

México tiene también un pendiente respecto a la cultura de donación altruista de órganos. La actividad de donación es heterogénea al comparar las distintas entidades federativas y en 2017 la tasa de donación se situaba en 4.5 por millón de habitantes5, hoy a 2 años y 4 meses del fin de la pandemia por Covid, esta tasa es de 4.3. Muy distante de los 7 o 10 donantes por millón de habitantes de países como Colombia o Chile respectivamente, para el periodo 2024-2025.7,8

Aprovechando el mes de septiembre en el que conmemoramos no solo la fiesta patria sino también el mes de la donación y el trasplante de órganos. Me gustaría recalcar los esfuerzos que se han llevado a cabo en los últimos años y que hoy nuestra sociedad de la mano del gobierno estatal y federal, las distintas instituciones de salud, y el CENATRA continúan impulsando para lograr catapultar la donación de órganos y el trasplante en el país.

Estos cambios fueron presentados en el 25 aniversario del CENATRA, son de hondo calado y van desde modificaciones en materia regulatoria y jurídica que nos permitan considerar otros escenarios para la donación de órganos que ya son estándar en países desarrollados (por ejemplo, donación en asistolia) hasta ampliar los criterios para priorización bajo concepto de urgencia en pacientes evaluados y enlistados en espera de un trasplante.9

La adquisición de infraestructura, equipo técnico y la preparación continua de recurso humano, continuando con la ampliación de los programas de trasplante, la creación de registros nacionales de pacientes con enfermedades susceptibles de trasplante, el fortalecimiento de la colaboración interinstitucional y la promoción de la cultura de la donación.

Cada día los centros de trasplante públicos y privados, así como las instituciones hospitalarias con licencia para donación de órganos emprenden la ardua tardea de brindar solución para aquellos que esperan un regalo de vida, un trasplante. Recordemos que para que haya trasplante, antes debe haber un donante, y la donación requiere el ¡si!, inequívoco de alguien que muchas veces en duelo por la muerte de un ser querido y en un momento de profundo dolor decide regalar vida.

México es un país con tradición en materia de trasplante y encara este reto con decisión. Basta recordar que durante la reciente pandemia fue precisamente en México donde se realizó el primer trasplante pulmonar por Covid en Latinoamérica.

En resumen, aunque nuestro país ha logrado avances significativos en la donación y trasplante de órganos, aún hay mejoras que lograr y nuestra contribución individual cuenta. Por eso informémonos y hablemos con nuestros amigos y familiares, en el trabajo, en la escuela y en cualquier oportunidad sobre este tema. ¡Es ahora que debemos abonar al cambio haciendo de la donación y trasplante de órganos un tema cotidiano! No hay manera de saber si tu o yo, o algún ser querido necesitara un regalo de vida para continuar.

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