Recientemente, Pemex presentó su Plan Estratégico 2025-2035, en el cual incluyó la producción de hidrógeno geológico dentro de sus proyectos de transición energética.
Como es ampliamente conocido, Pemex debe reducir su huella de carbono y una forma en la que esto podría ser viable es sustituyendo el hidrógeno gris que utiliza (el cual se obtiene del metano) por hidrógeno blanco o geológico.
En este contexto, la inclusión del hidrógeno geológico en su Plan Estratégico es un paso importante para Pemex hacia la transición energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El hidrógeno geológico es una fuente de energía limpia que se encuentra en formaciones subterráneas.
La Villa de Bourakébougou, en Malí, suele considerarse el lugar de nacimiento de la extracción natural de hidrógeno al haberse encontrado —por accidente—, grandes yacimientos de hidrógeno cuando se realizada la búsqueda de agua en pozos en 1987.
De esta forma nace la compañía Hydroma, que inició la primera generación mundial de electricidad sin emisiones de CO2 utilizando hidrógeno geológico, con lo que suministró electricidad a Bourakébougou.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y la Agencia Internacional de Energía, la exploración de hidrógeno geológico está actualmente en marcha en Albania, Australia, Canadá, Colombia, Francia, Finlandia, Corea, España y Estados Unidos, y es posible que también en otros países.
A finales del 2023 se consideraba que había más de 40 empresas explorando recursos geológicos de hidrógeno. Un estudio reciente del USGS estima que podría haber millones de Mt (millones de toneladas métricas) de hidrógeno natural en acumulaciones en la corteza terrestre.
Por ello es sumamente importante que Pemex esté considerando su potencial extracción, adicionalmente a sus beneficios ambientales; la producción de hidrógeno natural podría impulsar la transferencia de conocimiento y estimular la investigación aplicada en universidades y centros de innovación mexicanos.
Además, podría contribuir a la creación de talento y generación de empleos relacionados, con lo cual se traerían beneficios económicos en el futuro.
La extracción de hidrógeno geológico requiere de tecnologías avanzadas y especializadas, algunas de ellas se están desarrollando y utilizan métodos como el de fracturación hidráulica, la cual consiste en fracturar las rocas subterráneas y liberar el hidrógeno contenido en ellas.
Otra tecnología innovadora que es importante mencionar es la de una compañía texana Cemvita, cuya biotecnología utiliza microbios que inyecta en pozos de petróleo agotados o marginales, produciendo hidrógeno dorado o natural.
La inclusión del hidrógeno geológico en el Plan Estratégico de Pemex es un paso importante hacia la transición energética y la reducción de emisiones en México, y podría contribuir a combatir el cambio climático.
Con una visión clara y una estrategia sólida, México puede posicionarse como un país líder en el ecosistema del hidrógeno y sentar las bases para un futuro energético más sostenible.
