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El reto real de la inteligencia artificial en México

Según el reciente AI Survey de Bain & Company, solo el 6% de las empresas en México logró escalar más del 40% de sus iniciativas de IA generativa, mientras que el 67% mantiene menos del 20% de éstas en producción real.

En los últimos años, la inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad presente en las agendas de directores y equipos ejecutivos en todo el mundo. México no es la excepción: muchas compañías exploran cómo aplicar esta tecnología en áreas clave como ventas, atención al cliente, desarrollo de productos o automatización de procesos.

Sin embargo, la distancia entre experimentar con IA generativa y escalarla con impacto sigue siendo significativa. Según el reciente AI Survey de Bain & Company, solo el 6% de las empresas en México logró escalar más del 40% de sus iniciativas de IA generativa, mientras que el 67% mantiene menos del 20% de éstas en producción real. Esto refleja una realidad global: la mayoría de las compañías permanecen atrapadas en experimentos de IA, lejos de la transformación real.

Una prioridad que aún no lo es

Aunque la IA tiene el potencial de transformar los negocios, este impacto solo se materializa cuando se logra un impacto transformador en procesos, estructuras y presupuestos. Las organizaciones más avanzadas entienden que la IA no es solo una herramienta tecnológica, sino un habilitador estratégico que requiere rediseñar procesos desde cero con la IA en el núcleo, identificando pocos dominios de alto valor para maximizar ROI y escala.

Hoy, apenas el 33% de las empresas mexicanas considera la IA generativa como una de sus 5 principales prioridades estratégicas, frente al 79% en EU. Esta diferencia no solo es preocupante, sino que marca una oportunidad crítica para cerrar brechas competitivas mediante una visión estratégica clara. Muchas organizaciones en México siguen atrapadas en ciclos de prueba y error, con pilotos que rara vez se convierten en proyectos con resultados medibles. Aunque estas pruebas generan aprendizajes útiles, sin una hoja de ruta clara, difícilmente mejoran la productividad, los ingresos o la experiencia del cliente.

Los casos de uso: del front-office al valor real

La transformación real no ocurre desde abajo hacia arriba. Requiere liderazgo ejecutivo decidido y modelos operativos inteligentes que faciliten el escalamiento y sostenibilidad de iniciativas de IA. En Bain, observamos que las organizaciones exitosas tienen equipos dedicados, liderados desde la dirección, que establecen objetivos claros, miden el impacto de forma rigurosa y mantienen un compromiso constante con el cambio organizacional.

Casos de éxito en México indican que las funciones orientadas al cliente obtienen mayores resultados: atención al cliente (91%), desarrollo de nuevos productos (88%) y mejora de productos existentes (85%). En contraste, funciones internas como finanzas o I+D muestran un progreso limitado, debido a mayores retos técnicos y organizacionales.

Los verdaderos frenos: capacidades, infraestructura y enfoque

Las barreras principales para avanzar más rápido son claras: el 67% de las empresas señala la falta de experiencia interna como el principal obstáculo, seguido por una infraestructura tecnológica no preparada (50%) y la falta de comprensión sobre los casos de uso (33%). Preocupan la privacidad, la calidad y el retorno de inversión; la clave está en talento interno, buena infraestructura y una hoja de ruta alineada a objetivos.

Una señal positiva: el presupuesto empieza a reflejar la ambición

Un dato alentador es que un 31% de las empresas en México afirma que ya está integrando iniciativas de IA generativa en su presupuesto 2025 para aumentar ingresos o reducir costos, y otro 38% lo está considerando parcialmente. Esto sugiere que, si bien aún estamos lejos de una adopción masiva, ya se están sembrando las bases para una implementación más madura.

Entre los principales motivadores destacan el aumento de productividad (79%), la mejora de la experiencia del cliente (72%) y la reducción del time-to-market (44%). El interés es claro. El desafío ahora es canalizarlo hacia acciones que escalen con impacto.

Desde Bain acompañamos a organizaciones en este camino. Las más exitosas no son necesariamente las que empezaron antes, sino aquellas que supieron escalar con enfoque estratégico.

México tiene una oportunidad única. Con talento joven, una creciente infraestructura tecnológica y un ecosistema empresarial abierto al cambio, el país puede posicionarse como un referente regional en la adopción efectiva y responsable de la inteligencia artificial.

Para aprovechar plenamente el potencial de la IA generativa, es crucial cambiar la mentalidad de verla como una moda tecnológica, y, por el contrario, tratarla como una palanca estratégica fundamental para redefinir cómo generamos valor y creamos una ventaja competitiva sostenida.

Jordi  Ciuró

Jordi Ciuró

Socio de Bain & Company en México

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