En un mundo empresarial complejo, caracterizado por los cambios geopolíticos y las tensiones comerciales, los líderes empresariales mexicanos enfrentan un doble reto: cuidar su presente y construir su futuro. El más reciente EY-Parthenon CEO Outlook Survey revela una transformación estratégica en marcha. Las decisiones de negocio no son solo reactivas: son reflejo de una visión que entiende que crecer en medio de la incertidumbre exige redibujar mapas de oportunidades, reinventar modelos operativos y acelerar la innovación.
En ese contexto, uno de los principales focos de preocupación entre los altos directivos en México es el impacto de los nuevos posibles aranceles. El 84% de los CEO consultados, señala estar moderada o extremadamente preocupado por las implicaciones que estos pueden tener en sus operaciones y ventas en los próximos doce meses. Dicha inquietud cobra aún más relevancia cuando se analizan los focos de tensión con la relación comercial actual con Estados Unidos, y en menor medida con Canadá y China. Sin embargo, lejos de paralizarse, los líderes están movilizando a sus organizaciones para acelerar la innovación en diseño de productos y materiales, ganar eficiencia y diversificar su cadena de suministro. Estas acciones reflejan una lectura estratégica del contexto: no basta con resistir, es momento de adaptarse con rapidez y rediseñar ventajas competitivas que respondan a los desafíos actuales sin perder de vista el largo plazo.
La tecnología, en especial la inteligencia artificial (IA), se consolida como un eje de transformación clave, el 44% de las compañías está acelerando sus inversiones en IA; sin embargo, el 26% avanza con cautela ante la incertidumbre regulatoria.
La agenda de transacciones es otro síntoma de este momento decisivo. El 100% de los CEO encuestados planea ejecutar alguna operación estratégica en los próximos doce meses. Las alianzas y joint ventures (82%) lideran la lista, aunque también hay un interés en adquisiciones orientadas a expandir capacidades o que permitan ingresar a nuevos mercados. Sin embargo, es importante subrayar que 32% de las empresas no ha logrado obtener el valor esperado tras concretar una adquisición o desinversión, lo que revela una brecha entre la visión estratégica y la ejecución operativa. Este desfase plantea la necesidad urgente de fortalecer los procesos de integración, elevar la capacidad del due diligence y alinear los objetivos de inversión con las capacidades reales de implementación.
Esta realidad nos exige ir más allá del entusiasmo transaccional. El verdadero diferenciador estará en la capacidad de integrar, alinear y transformar. En un entorno tan desafiante, las transacciones deben responder a una lógica clara de creación de valor sostenible, y no a la urgencia de reaccionar y de subirse a la ola del momento. Se trata de contar con estrategia, rigurosidad operativa y una narrativa clara de hacia dónde se quiere llegar.
Lo que observamos es que los líderes empresariales mexicanos están en un punto de inflexión, es decir, una evolución en la forma de liderar. Los CEO en México están priorizando una visión resiliente, sus decisiones responden a una necesidad urgente de blindarse ante un entorno volátil, el optimismo no desaparece, se ha vuelto más estratégico. Las apuestas por tecnología, la revisión de las cadenas de suministro y la búsqueda de nuevas alianzas son reflejo de una visión que entiende que el éxito futuro dependerá, en gran medida, de la capacidad de anticipar y adaptarse.
