Por Dr. Juan Manuel Lira, Médico especialista, Ex Titular de la Unidad de Atención Médica del IMSS.
En el marco de la presentación del equipo de trabajo de la precandidata a la presidencia de la República, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, denominado: “Diálogos por la Transformación. Encuentro con la Sociedad Civil”, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Francisco Cervantes Díaz, entregó a la precandidata el documento “Un México mejor para todos”.
El escrito elaborado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) y sus diversos comités, incluye una serie de propuestas de la comunidad empresarial sobre economía, desarrollo social y el Estado de derecho, entre otras materias, que deberán ser consideradas por el nuevo gobierno que tomará las riendas del país en el 2024.
“Un México mejor para todos” insta a los distintos actores del país a que “se colabore, se construya con respeto los derechos de cada quien, que se discuta en forma constructiva, en el que la energía social se canalice al progreso y en el que se acabe con los grandes retos que enfrentamos: pobreza, inseguridad, estado de derecho, salud”, entre otros.
En el capítulo sobre “capital humano: salud”, se proponen acciones a desarrollar en diferentes plazos. Por ejemplo, en lo inmediato se plantea: reducir la carencia social por acceso a los servicios de salud; estabilizar y transparentar el abasto de medicamentos, insumos y dispositivos médicos; fortalecer la calidad y la oportunidad de la Atención Primaria a la Salud; contar con cartillas de vacunación completas; simplificar trámites ante la COFEPRIS; mejorar las condiciones de capacitación del personal de salud y aprobar la ley de salud digital.
A mediano y largo plazo destacan en el documento: lograr una interoperabilidad institucional e intersectorial incluyendo al sector privado; fortalecer el primer nivel de atención médica con participación complementaria del sector privado, considerar modelos innovadores de atención médica e indicadores de medición por resultados y adopción de la salud digital con teleconsulta y telediagnóstico, entre otras.
El CCE enfatiza que se debe “avanzar en la ampliación de la cobertura de salud entre la población, incluyendo complementariamente mecanismos públicos y privados, -como seguros- y aspirar a la cobertura universal financieramente sostenible”.
Las propuestas presentadas por el CCE a la precandidata del partido en el gobierno deben ser debatidas como lo dice el documento, con respeto y de manera constructiva. Es cierto que hay dos visiones de país en juego: una que apuesta por la progresión de las ideas en el que la salud debe dejar de verse como una mercancía y otra que impulsa el mercado de la salud. Ambas posturas deben ser respetadas y contrastadas en los debates venideros y armonizadas en beneficio de la población mexicana.
No existe una fórmula mágica en salud, ni en México ni en ninguna parte del mundo. El tema de la construcción de un Sistema de Salud con mejores resultados está abierto, donde se reconozca lo que se haya hecho bien y se ajuste o profundice en lo que se debe corregir. Las bases están sentadas para que en el “segundo piso” de la Cuarta Transformación se abra el debate sobre la participación complementaria del sector privado.
Los ¿qué?, se encuentran bien establecidos; en ¿los cómo?, la innovación en salud que la iniciativa privada propone a través del CCE debe ser analizada con seriedad, preservando siempre la rectoría del Estado. La construcción del futuro del Sistema Nacional de Salud es tarea de todos.
“Nadie gana con un país con más pobres, nadie gana con un Sistema de Salud deficiente e insuficiente (…) todos ganamos con un México mejor para todos”, es una frase cierta del CCE, pero también es auténtico que el pueblo de México ha perdido mucho con la mercantilización de la medicina. Por ello, el debate sobre la innovación en salud con la participación regulada de la iniciativa privada debe ser bienvenido.
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