Colaborador Invitado

México, ante la oportunidad y el desafío del futuro

Las administraciones políticas de diferentes corrientes ideológicas no han logrado abatir la pobreza y frenar la desigualdad.

El mundo está en problemas. La guerra, la pobreza, la migración, el desgaste del modelo económico, la crisis moral y política, la pandemia y la inseguridad son fantasmas que recorren la Tierra.

A pesar de este delicado síndrome de descomposición y depredación humana, debemos levantar el ánimo y la vista, y buscar las posibilidades de una salida venturosa. Dejemos a los pesimistas ocupados en sus miedos, la confusión, el encono y en el debate infructuoso de la confrontación.

Rompamos el cascarón que aprisiona el alma e impide visualizar el horizonte. Las crisis de gran calado generan, al final, esperanzas luminosas y un nuevo despertar. La confrontación bélica realineará a las potencias hegemónicas; estamos ante un nuevo reagrupamiento de las fuerzas mundiales, guerra fría, cuyas modalidades, características y expresiones apenas enseñan su rostro.

Los gobiernos nacionales del mundo actual están ante un reto insospechado, obligados a evitar el naufragio para atracar en buen puerto: sacudir el pesado fardo del pasado y del presente, y dar paso a la imaginación creativa y la inducción tecnológica.

En México, las administraciones políticas de diferentes corrientes ideológicas no han logrado abatir la pobreza y frenar la desigualdad. Hemos construido un país de grandes contradicciones sociales: millones de seres humanos en pobreza extrema y la presencia de los hombres más ricos del mundo. Regiones prósperas y zonas en el desamparo. No hemos sabido qué hacer con México; nuestro crecimiento económico depende del exterior, de los grandes consorcios internacionales y no nos hemos responsabilizado del México olvidado, sin oportunidades y sin esperanzas. Hemos sido incapaces de mitigar la indigencia y el desamparo social.

A la propuesta del presidente López Obrador de apoyar a Centroamérica, que hasta ahora no ha tenido respuesta positiva, se debe sumar y proponer al presidente Biden y al primer ministro Trudeau un plan piloto de desarrollo demostrativo para Chiapas, como instrumento inicial de ensayo de nuevas políticas públicas y programas, y un nuevo modelo económico y político.

Es momento de aprovechar la oportunidad y el espacio que abre la guerra comercial y tecnológica de China para que el presidente López Obrador, en forma conjunta con Estados Unidos y Canadá, opere en Chiapas un plan piloto similar al del presidente Kennedy de la Alianza para el Progreso, que por efecto, demostración pueda multiplicarse en otros estados pobres del sureste y en Centroamérica.

Un gran programa de facilitación de inversiones privadas y públicas, ensambladoras y factorías conectadas al Tratado de Libre Comercio. Abrir un nuevo territorio comercial, incluso un nuevo tratado con todas las facilidades y subsidios para estimular ocupación e ingreso, y paliar la migración de nuestra gente al norte.

La geopolítica nos favorece. Aprovechemos las ventajas comparativas de Chiapas. A los tres países, Estados Unidos, México y Canadá, les convendría firmar este plan piloto como muestra de compromiso para proteger su ámbito de resguardo económico y para poner en juego un nuevo modelo de desarrollo regional. Destinar fuertes cantidades de dólares a crear infraestructura de comunicaciones y de servicios que hagan atractiva la inversión múltiple y reactiven la economía. Desarrollo turístico, sistemas de riego, carreteras modernas, gasoductos, energía eléctrica barata, fábricas múltiples para la exportación. Por supuesto, respeto a la ley y a la propiedad privada, seguridad garantizada.

En caso de que no se interesen nuestros socios, estudiar la posibilidad de construir un acuerdo comercial con China para echar a andar este plan piloto en el estado de Chiapas, «se negocia en posición de fuerza».

Los nuevos tiempos exigen imaginación, arrojo, destreza e inteligencia política. El gobierno tiene la oportunidad, la coyuntura política y la fuerza para convertir esta idea en motor para bien del país. Sería un buen legado de López Obrador para Chiapas.

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