Comisionada del INAI

Alfabetización mediática e informacional para combatir la desinformación

La desinformación tiene efectos para las audiencias, para el periodismo y para la sociedad en su conjunto, pues cuando se manipula y falsea información, se vulneran las libertades cívicas.

Hoy conmemoramos el Día Mundial de la Libertad de Prensa 2022. Con el tema ‘Periodismo bajo asedio digital’, para su edición en este año, las actividades organizadas por la UNESCO estarán enfocadas en el análisis de los desafíos que el entorno digital ha planteado para el ejercicio periodístico, la libertad de expresión y la privacidad. Asimismo, en este día internacional también se deliberará sobre la disminución de la confianza pública.

Sobre este último punto, en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, resulta importante reflexionar sobre la desinformación como un problema global que restringe las libertades cívicas, desafía el ejercicio periodístico de calidad y decrece la confianza pública en las fuentes de información.

En ese sentido, la relatora especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, Irene Khan, en su informe de 2021, advirtió que si bien la desinformación no era un fenómeno nuevo, la tecnología digital había hecho posible la difusión y amplificación de la información falsa o manipulada por motivos políticos, ideológicos o comerciales a una escala, velocidad y alcances sin precedentes. Asimismo, subrayó que la desinformación impide a las personas ejercer verdaderamente sus derechos humanos y destruye la confianza en los gobiernos e instituciones.

En relación con ello, la UNESCO, en su Informe ‘El periodismo es un bien común: tendencias mundiales en libertad de expresión y desarrollo de los medios: Informe mundial 2021/2022′, señaló que la desinformación y la captación de los medios han contribuido a generar pautas de reducción de la confianza en los medios de comunicación. Para este organismo especializado, la desinformación se ha convertido en una amenaza para la información como bien común, por lo que se insta a promover herramientas tales como la alfabetización mediática e informacional como una vía para combatir estas tendencias negativas relacionadas con la desinformación.

La desinformación –entendida como el intento deliberado para confundir, manipular o engañar a las personas a través de información y datos imprecisos o falsos– es peligrosa debido a que consecuentemente, las audiencias pueden desconfiar de todos los contenidos informativos que se ofertan en medios tradicionales y en los digitales, incluso de los contenidos derivados de un ejercicio periodístico de calidad. Este fenómeno favorece la confusión e incertidumbre, y se encuentra estrechamente vinculado con la polarización de las opiniones, el incremento de los discursos de odio, y viralización de las retóricas basadas en el miedo, en la amenaza y los prejuicios.

La desinformación tiene efectos para las audiencias, para el periodismo y para la sociedad en su conjunto, pues cuando se manipula y falsea información, se vulneran las libertades cívicas y el derecho de toda persona a la información, además se debilita la participación ciudadana y erosiona el proceso de toma de decisiones, lo cual impacta en la calidad de la democracia, y en la confianza de las personas en las instituciones y los medios. Ante esta problemática es importante que las personas desarrollen capacidades y habilidades para acceder y utilizar la información de manera ética y eficaz. Igualmente, se requiere fomentar un uso más crítico e inteligente de los medios de comunicación, a fin de combatir la desinformación desde estos dos saberes: la alfabetización informacional y la alfabetización mediática.

Aunado a ello, será indispensable garantizar el derecho de acceso a información pública, impulsar un ejercicio periodístico más independiente y asegurar a todas las personas su libertad de expresión y opinión, pues como destacó Irene Khan, relatora especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, “la información diversa y fiable es un antídoto evidente contra la desinformación y la información errónea”.

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