Colaborador Invitado

Escuelas particulares contracorriente

La solidaridad de las escuelas particulares hacia la sociedad ha prevalecido, incrementando considerablemente el número de apoyos, buscando que el alumno permanezca en las aulas.

Lydia Nava Vázquez, vicepresidenta de Desarrollo Social de Coparmex

El regreso de los alumnos a las aulas escolares es una realidad, pero en este camino no podemos ignorar las afectaciones que han sufrido directamente las escuelas particulares.

Según un estudio realizado por la OCDE en 30 países, México fue el que más días mantuvo cerradas las escuelas a causa de la pandemia, con más de 250 días sin clases presenciales.

La Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP) dio a conocer que la mayoría de sus afiliados tendrán una disminución del 30 al 60 por ciento en su matrícula. La cifra de los alumnos que emigran de las escuelas privadas cada día se incrementa, pues los ingresos de los padres de familia han disminuido.

Esta reducción de la matrícula ha impactado a su vez directamente en la baja de los ingresos. El retraso en los pagos es cada vez más común, así como la solicitud de mayores descuentos. Por otro lado, los gastos se han incrementado al realizar inversiones en tecnología, así como en insumos para el cuidado de la salud.

Por parte de las escuelas particulares la solidaridad hacia la sociedad ha prevalecido, incrementando considerablemente el número de apoyos, todo ello buscando que el alumno permanezca en las aulas.

La necesidad de fortalecer la cobertura y la calidad en la educación es imperante. Vigilar y garantizar el cumplimiento de la normatividad es necesario por parte del Estado; sin embargo, se ha dado a conocer la creación de la NOM 237, la cual ejerce aun mayor presión en la operación de las escuelas particulares.

La NOM 237 define a las escuelas particulares como establecimientos mercantiles y las obliga a registrar su Contrato de Adhesión con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), cuando en realidad las escuelas son prestadoras de un servicio educativo de índole social; inclusive muchas de estas instituciones son establecidas sin fines de lucro.

Esta iniciativa genera nuevas disposiciones para todas las instituciones particulares de nivel básico y trae consigo afectaciones directas en 22 mil planteles educativos privados del país.

La Secretaria de Educación Pública es quien norma el quehacer diario de las escuelas. Es evidente que esta norma implica una sobrerregulación para las escuelas particulares, integra procesos por parte de Profeco que invaden y duplican facultades de la misma Secretaría.

Se refleja una descoordinación entre la SEP y la Profeco, presentando cada autoridad sus propios criterios de inspección, generando más costos.

Esta nueva norma implica especificar criterios mínimos para la administración de los planteles, incluyendo detalles sobre características del personal docente.  Así mismo, pide reajustar sus criterios para la determinación de cobros y de nuevas tarifas.

A través de la NOM 237 se pide a las escuelas particulares cambiar sus reglas y procesos internos relacionados con la prestación de servicios, así como contar con un contrato de adhesión que debe ser registrado y autorizado ante la Procuraduría Federal del Consumidor.

La Coparmex ha insistido en el diálogo respetuoso y propositivo, además presentó argumentos contundentes sobre los impactos directos en el sector educativo, sin eco a los mismos ya que todos los argumentos fueron rechazados.

En días pasados el anteproyecto de la NOM 237 fue ingresado a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, bajo una clasificación errónea. La Coparmex ha pedido su reclasificación, ya que ingresó a la Comisión como una “AIR de impacto moderado con análisis de impacto en la competencia”, aunque debió hacerlo como “AIR de alto impacto con análisis de impacto en la competencia”.

El llamado de la Coparmex es a que la Cofece participe en el análisis del proyecto y emita su opinión técnica en la consulta pública. La Conamer deberá respetar los periodos mínimos de consulta pública en la que participarán escuelas de todo el país, así como la ciudadanía que sufrirá directamente las afectaciones.

Es momento de reconocer la importancia de la educación particular en el desarrollo de nuestro país, como generadores de desarrollo, cumpliendo su función social, contribuyendo a la atención de la demanda educativa que el gobierno no puede atender.

La NOM 237 va en sentido contrario al cumplimiento de la noble labor de educar. ¡Fortalecer la educación es nuestra tarea! #OpiniónCoparmex

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