Colaborador Invitado

Reactivar sin arriesgar

El siguiente semestre será una vuelta a la normalidad con plena conciencia de la gestión del riesgo, mientras se despliega la vacunación en la población adulta y recuperamos el empleo.

Luz Elena González Escobar, secretaria de Administración y Finanzas de la Ciudad de México

Hace dieciocho meses el mundo −sin excepción−, entró a un pasaje desconocido del que ninguna nación pudo escapar. La pandemia, auténticamente global, se convirtió en el hecho definitivo de nuestro tiempo y nos planteó desafíos que no tienen precedente ni por su magnitud ni por su profundidad. Un dato lo ilustra: la Ciudad de México tuvo que vivir cuatro meses en semáforo rojo, en un duro confinamiento, porque la prioridad de nuestro Gobierno es la vida de nuestra gente, su salud, el bienestar humano y tuvimos que pagar un alto costo económico que ahora estamos convocados a remontar.

Creo que debo subrayarlo: no hay otra entidad en la República que haya sido tan exigida ni tan demandada durante el largo año y medio de esta crisis sanitaria, como la Ciudad de México, y en consonancia, no hay gobierno local que haya puesto en juego tal cantidad de acciones y de recursos para combatir la pandemia, como el nuestro. Más de 10 mil millones de pesos invertidos en atender la emergencia dan cuenta de ese compromiso.

Con el apoyo del Gobierno de México, la Ciudad ha empleado todos los recursos disponibles para garantizar que todos los habitantes de la urbe cuenten con una atención humana y eficaz a lo largo de la pandemia, y ahora, durante el gran operativo a favor de la vacunación contra la enfermedad del Covid-19. Esto significa que casi 6 millones de personas cuenta con al menos una dosis, el 83.3 por ciento de la población adulta. Y que las personas de 50 y más, las más vulnerables, cuenten ya con el esquema completo.

Este es el principal fundamento de nuestra recuperación y la base sobre la que se yergue todo lo demás. A partir de esta protección real, masiva y efectiva, el Gobierno de la Ciudad, los empresarios y sus agrupaciones, hemos encontrado fórmulas, una manera de construir soluciones, de proteger proyectos y de emprender iniciativas.

Con precaución, la Ciudad se levanta y comenzamos una etapa de recuperación que no será fácil ni automática: tenemos que construirla.

Sobre esa base, la semana pasada, la Jefa de Gobierno puso en marcha un método para encontrar respuestas a los problemas económicos de la Ciudad. Una mesa de diálogo del más alto nivel en la que participa ella misma, los representantes del universo empresarial mexicano y que se consolidó en diez puntos.

Aquí los resumo: 1) Vacunación para todas y todos, con esquema completo a más tardar en octubre; 2) Respaldo directo al ingreso de las familias y de los pequeños negocios para su rehabilitación, aquí el Gobierno de México y el Gobierno de la Ciudad han destinado más 33 mil mdp en transferencias; 3) Inversión pública en movilidad, agua e infraestructura social, este año llegaremos a más de 71 mil millones de pesos; 4) Decidida reactivación del sector de la construcción en la Ciudad; 5) Desarrollo de proyectos de infraestructura estratégica público-privada; 6) Rumbo al final del año, un impulso sin precedentes a la actividad turística y recreativa de una Ciudad, que en efecto, lo tiene todo; 7) Un proyecto de gran innovación tecnológica en Vallejo; 8) Un paquete de estímulo para desarrollo inmobiliario y comercial del centro histórico; 9) El impulso a los proyectos de energía limpia en la Ciudad, cuyo potencial augura un crecimiento de dos dígitos en este sector para los próximos años y, 10) La recuperación de la vida social, de la actividad económica y de nuestra vibrante dinámica urbana no puede imaginarse si no consolidamos los logros que hemos alcanzado en materia de seguridad. Así que la seguridad pública y la inversión en ella es el último eje que cierran nuestros compromisos para terminar el año y salir de la pandemia.

Se trata de un ambicioso programa de actividades para la progresiva, precavida y sucesiva apertura de instalaciones y centros que procuren la sana distancia, los ambientes ventilados, la disciplina social, mientras las y los capitalinos recuperan sus espacios, su recreación, su interacción y su economía.

El siguiente semestre será una vuelta a la normalidad con plena conciencia de la gestión del riesgo, mientras se despliega la vacunación en toda la población adulta y recuperamos el empleo perdido con el objetivo preciso de volver a los niveles de actividad que la capital de la República poseía en febrero de 2020.

El diálogo será la herramienta con empresarios. Diálogo con los otros poderes, diálogo con otras expresiones y diálogo con los niveles de gobierno. Respeto y diálogo para la recuperación, tras el periodo más difícil que le haya tocado enfrentar a gobierno alguno en la historia moderna de la capital.

No se trata de ignorar dificultades ni diferencias. Se trata de saberlas dirimir y encauzar en un gran propósito común: abandonar el escenario que nos deja la pandemia avanzando sobre dos pies que pueden concitar un amplio consenso de fuerzas, intereses y visiones: vacunación y recuperación económica −este mismo año− para toda la ciudad.

Estamos convencidos que vamos en la ruta correcta para construir una mejor Ciudad, Innovadora y de Derechos, más segura, justa y próspera, en beneficio de las y los habitantes de la Ciudad de México. Somos la Ciudad que lo tiene todo.

No me imagino propósitos más grandes. Más compartidos. Más importantes. Sin arriesgar, nos vamos a recuperar. Todos estamos convocados.

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