Clemente Ruiz Duran

La primavera del 2023

La primavera de 2023 será recordada por la ebullición alrededor del mundo, en donde se entremezclan reclamos sociales que buscan redefinir las reglas del juego.

La primavera de 2023 será recordada por la ebullición social alrededor del mundo, en donde se entremezclan reclamos sociales en diferentes dimensiones, que buscan redefinir las reglas del juego. En Francia la lucha por el redimensionamiento de las pensiones para elevar la edad de jubilación ha sacado a miles de franceses a las calles y cuestionado al gobierno de Emmanuel Macron, que estuvo a punto de ser depuesto. Con esta ebullición social el gobierno no ha sido depuesto, pero queda muy debilitado, con poco margen para su gestión que termina en 2027. Esta pugna en el seno de la comunidad europea se suma al afligido acontecer continental que enfrenta una guerra en Ucrania. En este entorno se presenta la visita de un pacificador de Asia, el presidente chino, Xi Jinping, que argumenta que la mayoría de los países apoyan que se alivien las tensiones para llegar a un acuerdo de paz. De avanzar esta gestión, podríamos estar hablando de una paz que viene de oriente, que es la figura de gran mediador que busca construir China. En este debate el presidente ha publicado un reporte titulado “Hacia la modernidad, el valor del pensamiento económico de Xi Jinping” en el que se destaca la importancia que tiene la gobernanza a nivel local para estructurar el poder desde sus cimientos.

En Estados Unidos la primavera dará cauce suelto al debate de la campaña presidencial 2024–2028 que ha imbuido un clima de inestabilidad en la política estadounidense, en especial en el Partido Republicano en donde se debaten las fracciones más a la derecha, como son el expresidente Trump –a pesar de todas las irregularidades legales que enfrenta–; el gobernador de Florida, Ron de Santis; el gobernador de Texas, Greg Abbott, y un buen número de contendientes que buscarán la nominación del Partido Republicano. A esta ebullición política se ha venido a sumar la fragilidad financiera de los bancos, que se hizo evidente en Silicon Valley la semana pasada y que ha puesto en una difícil situación a la Reserva Federal en la decisión de continuar su lucha contra la inflación o hacer una pausa para tranquilizar a los mercados y estabilizar la tasa de interés esta semana.

Este escenario mundial de inestabilidad y debate se hará sentir de manera más excelsa en nuestro país, en donde el debate político se acentuará ante el debate temprano por una sucesión adelantada. En realidad, la lucha por el poder se ha escenificado desde 2022, con la reforma al INE que innecesariamente ha puesto al país en un debate sobre la institucionalidad electoral, cuando esto parecía haber sido resuelto hace dos décadas y que habían permitido un proceso de transiciones democráticas sin problema en el siglo 21. Resalta que los contendientes del partido en el poder no han logrado construir plataformas que muestren claramente sus propuestas sobre los grandes problemas nacionales, sino que buscan mostrar que son las personas idóneas por su pasado. A esto se suma que la oposición no ha sido capaz de construir plataformas alternativas para debatir el futuro del país, limitándose a mencionar nombres de posibles candidatos. A pesar de lo álgido del momento, dada la inestabilidad política en el mundo y en el país, el país ha centrado el debate en descalificaciones mutuas y un proceso desgastante desde el poder por anular el debate de las ideas.

El país tiene una agenda complicada para los próximos meses dado que los compromisos agendados en torno al Tratado de Libre Comercio en torno a la reforma laboral vencen en mayo y la validación de los órganos sindicales en el sector automotor siguen pendientes. En este entorno no se ha dado una declaración precisa sobre si se solicitará una prórroga para cumplir con los acuerdos y qué propuesta para resolverlo. Sin lugar a duda esto abrirá un nuevo debate sobre los ajustes que se tendrán que realizar para dar cumplimiento a este proceso. En este sentido sería momento para que la Secretaría de Economía y la Secretaría del Trabajo den a conocer la forma como se negociarán nuevos plazos para dar cumplimiento a los acuerdos alcanzados en el TMEC.

En este debate debería de precisarse también, por parte del gobierno federal, el avance de sus grandes megaproyectos y definir cuáles de ellos lograrán terminarse con la administración y cuáles serán heredados. De esta forma está primavera que se ha inaugurado el día de ayer, abre el espacio para definiciones estratégicas, esperamos que el debate fortalezca al país y evite rupturas estratégicas que vulneren el futuro y por lo mismo la convivencia.

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