Clemente Ruiz Duran

Futuros frágiles: la economía de la incertidumbre

El discurso de Giorgia Meloni, en Italia, contrala migración, puede crear inestabilidad para toda la Unión Europea, señala Clemente Ruiz Durán.

El pueblo italiano ha mostrado este domingo su decisión de que la derecha regrese al poder, este será el gobierno más derechista en la historia de la posguerra de Italia. Este movimiento tiene sus raíces en el neofascismo. coalición liderada por la ultraderechista Giorgia Meloni. En sus discursos critica a los inmigrantes ilegales. Ella dijo a los conservadores estadounidenses a principios de este año que “toda nuestra identidad está bajo ataque”, y acusó a la Unión Europea de ser cómplice del “reemplazo” étnico.

El ascenso de la derecha italiana se da después del éxito de los Demócratas de Suecia la semana pasada al convertirse en el segundo partido más grande de ese país, con una probable participación en el próximo gobierno. Marine Le Pen en Francia obtuvo el 41% de los votos en su carrera contra Emmanuel Macron en abril. Todos estos son signos de un poderoso cambio en el equilibrio europeo hacia la extrema derecha nacionalista. Hartos de los fracasos de los partidos establecidos, los votantes buscan opciones frente a la incertidumbre, olvidándose de que el Estado del Bienestar de la Unión Europea es el que ha logrado que la comunidad cuente con el mayor nivel de vida del planeta.

Es momento de reflexión incluso para los que ganaron, ya que Italia cuenta con una frágil situación fiscal, anclada en los apoyos de la Unión Europea. La deuda italiana alcanza los 2.7 billones de dólares, más del 150 % del PIB, en esa perspectiva es de esperarse que Italia vuelva a las épocas de turbulencia, ya que los que ganaron no tienen experiencia de gobierno y es de esperarse que los perdedores de otras épocas como Berlusconni quiera reclamar una parte del poder y con ello confundir aún más el incierto panorama.

Italia es uno de los miembros de la Unión Europea con mayores apoyos y a pesar de ello su PIB por habitante no ha crecido cómo el resto, en 2021 alcanzó los 35,551 dólares frente al de Francia que era de 43,518 dólares y Alemania de 50,801 dólares. En esa perspectiva la derecha pudo abrirse paso en el debate nacional, de no crecimiento de los niveles de vida cómo ha sido el caso de los otros países europeos. Sin embargo, a pesar de la falta de dinamismo de la economía, se han logrado mantener condiciones de vida dentro de los estándares del resto de Europa gracias a los recursos provenientes de la Unión Europea, que ha colocado la deuda externa de Italia en 2,7 billones de dólares, o más del 150% del PIB.

El discurso que manejara esta coalición será uno en contra de la migración, lo cual sin lugar a dudas será un elemento de inestabilidad para el conjunto de la Unión Europea, ya que Italia conjuntamente con España son los que reciben de entrada a los migrantes subsaharianos. Esto enredará aún más el debate hacia el interior de la Unión Europea en donde existe un sentimiento encontrado ante este fenómeno y que es un punto de controversia entre todos los países. La integración de los mercados laborales de los países en desarrollo con los países ricos, se ha puesto en el centro del debate en todo el mundo, y la Sra. Giorgia Meloni ha querido involucrar en esta discusión a los congresistas norteamericanos.

Es momento de reflexión para todo el mundo, que sucedió en ese maravilloso país del sur de Europa que de repente se encuentra en medio de una polarización política. Algo no funciona y los italianos tienen que hacerse cargo de ello, el sur no ha logrado elevar sus niveles de vida a los del norte en donde existen regiones de alta prosperidad más cercanos a lo que acontece en el resto de Europa. Es decir, el problema está enraizado hacia lo más profundo de la estructura económica, pareciera ser un reflejo de lo que sucede en México, en donde el norte y el sur mantienen trayectorias diferenciadas sin que se logre reducir la desigualdad.

Tal como relata Victor Tanzi en su nuevo libro “Futuros Frágiles, la incertidumbre de la economía de los desastres, pandemias y cambio climático” la política económica no estaba preparada para el surgimiento de la incertidumbre. Los gobiernos no pueden responder cómo en el pasado requieren buscar nuevos acuerdos sociales que den certidumbre de mejoría a la población. Requerimos nuevas reglas que permitan que las personas como los mercados sepan cuáles son las nuevas reglas del juego, y cómo se debe esperar que los gobiernos respondan ante la incertidumbre.

Queda claro que la cantidad acumulada de desastres, la prolongación de la pandemia y los cambios del clima han profundizado aún más la necesidad de imaginarnos el futuro y tratar de establecer nuevas reglas del juego para evitar el conflicto. Existe un cambio de época que los italianos no pudieron prever y parece ser que tampoco el resto de Europa, de igual forma estamos ante una redefinición de las hegemonías y con ello tratando de definir las reglas que se requerirán para el nuevo mundo que está surgiendo.

Esperamos que en este reordenamiento se garanticen mínimos de bienestar para las mayorías y que las disrupciones no vayan a perjudicar más a los grupos vulnerables. Requerimos pensarnos de nuevo, tenemos que diseñar una nueva economía con reglas que garanticen un mayor bienestar y no que las disrupciones nos invadan con mayor violencia. Es una tarea colectiva, en donde todo mundo tiene que participar, de lo contrario las disrupciones nos pueden llevar a escenarios no deseados, cada disrupción es una llamada a esta reflexión colectiva.

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