Clemente Ruiz Duran

Elecciones y revolución de las conciencias

Estas elecciones serán la antesala de la disputa por la nación de 2024. En este sentido, no deben visualizarse como unos comicios intermedios sin importancia.

El desempeño de la economía entre 2019 y 2021 ha mostrado ser uno de los episodios más dramáticos de la historia del país con una caída del PIB en promedio de 3.4 por ciento, lo que se hace más grave si se toma al PIB por habitante, el cual se colapsó en 6.0 por ciento entre 2018 y 2021. Esto debiera ser un punto de reflexión para el votante común, sin embargo, pareciera ser que en la decisión final para el elector promedio no existe este punto de referencia. Las entidades en donde se disputará el poder el próximo domingo son sumamente desiguales. Aguascalientes es la entidad más próspera y con mayor dinamismo en su crecimiento, sería de esperar que esta entidad refrendara su afiliación política.

La situación se complica con el resto de las entidades: Quintana Roo, cuyo crecimiento fue espectacular en 2021, se ha convertido en un espacio de conflicto con el narcotráfico y por la afectación del medioambiente por parte del Tren Maya. En este caso el presupuesto público afectará la decisión de los votantes de manera importante, sin que exista por parte de la ciudadanía un imaginario común que defina una perspectiva transformadora de más largo plazo.

La entidad más pobre y la más poblada (4.2 millones de habitantes) de las que contienden el domingo es Oaxaca. En este caso el gasto público federal se ha aumentado de manera importante, desarrollando el corredor del Istmo de Tehuantepec y modernizando la carretera que conecta a la capital con la costa. Estos megaproyectos sin lugar a dudas influirán en el desempeño electoral, buscando remover al partido tradicional.

Hidalgo, que se ha imbuido del crecimiento del área metropolitana de la CDMX, continúa teniendo uno de los PIB por habitante más bajo del país, su desarrollo urbano no ha logrado hacer llegar los beneficios a las zonas más pobres de la entidad. En este caso el colectivo estatal modificará su voto para buscar que las mieles del gasto federal le permitan continuar con su desarrollo urbano y sumarse a la prosperidad de finales del sexenio.

Durango sin lugar a dudas es un caso especial. Gracias al desarrollo del puente Baluarte se ha convertido en una pieza clave para el transporte desde el Pacífico hacia el este estadounidense, lo cual ha sido aprovechado en extremo por diferentes fuerzas económicas. De esta forma la carretera federal 40, también conocida como carretera Mazatlán-Matamoros, es una carretera que recorre gran parte de México, desde el Puerto de Mazatlán, Sinaloa, hasta Reynosa, Tamaulipas; siendo de las más importantes del país, tiene una longitud de mil 158 km. Esto ha abierto el espacio para el comercio, de lo cual se han aprovechado sin lugar a dudas diferentes fuerzas, ya que igual transita la mercancía legal como la proveniente del ‘triángulo dorado’. El resultado electoral no está definido y la puja será hasta el final, la expectativa es que sea una de las más cerradas de esta contienda.

Tamaulipas es el segundo estado en población de los que se disputan el poder el próximo domingo, entidad próspera con rencillas históricas entre las diferentes fuerzas sociales. Es sin lugar a dudas un punto de conflicto y de prosperidad, con amplia dotación de recursos naturales que le han convertido en un territorio de conflicto desde tiempos históricos. Su situación geográfica le permitió beneficiarse del auge maquilador, sin embargo, esta geografía también ha abierto las puertas para que fuerzas del narcotráfico lo conviertan en un territorio de conflicto. Es la segunda entidad más poblada de la contienda electoral del próximo domingo, por ello será interesante observar cómo las diferentes fuerzas sociales plasman su voto.

Estas elecciones serán la antesala de la disputa por la nación de 2024. En este sentido, no deben visualizarse como unas elecciones intermedias sin importancia. En este entorno es donde se mostrará la efectividad de las obras del gobierno central sobre la conciencia colectiva de los votantes, en esta perspectiva podremos analizar los espacios que no logran penetrarse por este proceso y dejan abierta una puerta para la transformación social. Es un momento interesante para el país, ya que construye el escenario para la construcción y destrucción de alternativas, por lo mismo no es un punto ciego en el tiempo, sino uno de reflexión para el colectivo nacional. Como señalaba Saramago, es tiempo de “reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos”.

El autor es economista.

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