Clemente Ruiz Duran

Incertidumbre económica mundial y nacional puede ralentizar el crecimiento

La forma como se están tomando las decisiones respecto al litio muestra la falta de planeación, lo que ocasiona incertidumbre y desalienta la inversión nacional y extranjera.

Los acontecimientos legislativos de los últimos días han mostrado al país la falta de un marco normativo que establezca de forma clara la trayectoria que habrá de seguir la industria eléctrica del país y cómo se normará la explotación del litio. En ambos casos existe un vacío programático que da lugar a incertidumbre y por lo mismo, acota el potencial energético del país. La Administración requiere explicitar cuál será el escenario en el que se moverá la CFE o si simplemente mantendrá su estrategia que ha seguido en los últimos tres años. Debemos recordar que uno de los compromisos había sido la de realizar un reforzamiento hidroeléctrico del país, es momento que la CFE dé a conocer en qué condiciones está la red actualmente y cómo se enfrentará la temporada de lluvias en todo el país. Se prevé que esta semana se presenten lluvias en todo el territorio nacional, sería oportuno que se diera un reporte de las condiciones en que se encuentran todas las presas del país y cuáles son las regiones que sufrirán por la sequía. Es momento de planeación, tenemos que hacer un recuento de los balances energéticos que enfrentará el país en el periodo 2022 a 2024. A lo anterior habrá que sumar la estrategia energética para hacer frente al calentamiento global, que se hace evidente en estos días en el territorio nacional. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) detalló que la onda de calor mantendrá el ambiente vespertino de caluroso a muy caluroso y escasa probabilidad de lluvia sobre la mayor parte del territorio nacional, explicó que se prevén temperaturas máximas de 40 a 45 grados Celsius en Campeche, Guerrero, el norte de Hidalgo, el centro y sur de Michoacán, Morelos, el norte de Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas, el norte y sur de Veracruz y Yucatán. Frente a esta situación, qué acciones se tomarán. Habrá que recordar que este viernes es el día de la Tierra, que bien valdría hacer algún pronunciamiento en favor de la preservación de la vida, ante el cambio climático.

Respecto a las modificaciones a la Ley Minera, que se aprobó este lunes, propone declarar como “de utilidad pública” la exploración y la explotación del litio y prohibir el otorgamiento de concesiones o permisos a empresas privadas. “Se reconoce que el litio es patrimonio de la Nación y su exploración, explotación y aprovechamiento se reserva para uso exclusivo del pueblo mexicano”, señala uno de los cambios. Además, se plantea la creación de un “organismo público descentralizado” para extraer y controlar “las cadenas de valor económico” del mineral.

Este razonamiento se ha esgrimido desde hace algunos años, pero la verdad es que poco se ha avanzado en la materia. Sin embargo, las reservas mexicanas son limitadas. De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (https://pubs.usgs.gov/periodicals/mcs2020/mcs2020-lithium.pdf), las reservas mundiales de litio alcanzan 80 millones de toneladas a nivel global. Las cuales están distribuidas de la siguiente forma: Bolivia, 21 millones de toneladas; Argentina, 17 millones; Chile, 9 millones; Estados Unidos, 6.8 millones; Australia, 6.3 millones; China, 4.5 millones; Congo, 3 millones; Alemania, 2.5 millones; Canadá y México, 1.7 millones cada uno; República Checa, 1.3 millones; Mali, Rusia y Serbia, un millón de toneladas cada uno, siguiendo una serie de países con yacimientos menores a un millón. De esta forma, el total de reservas mundiales es de aproximadamente 17 millones de toneladas, lo cual dimensiona el papel que corresponde a las reservas mexicanas. A lo anterior, es necesario señalar que no todas las reservas son iguales, el expresidente de la Cámara Minera de México, Fernando Alanís, señaló que: las reservas del país se encuentran en depósitos de arcilla de difícil extracción, que son muy costosos y difíciles de extraer, actualmente, explicó, el litio de México tiene una concentración de solo 0.001 por ciento por tonelada y, para llevarlo a un porcentaje para batería (30 por ciento), el costo y la energía utilizada son muy altos.

Se hace evidente la necesidad de poner orden en este proceso, la forma como se están tomando las decisiones muestra la falta de planeación, lo que ocasiona incertidumbre y desalienta la inversión nacional y extranjera. Hoy sabemos que la empresa Gangfeng Lithium, el mayor productor de baterías de China, junto con la firma canadiense Bacanora Minerals, en el municipio de Bacadéhuachi, Sonora, están trabajando en el desarrollo de un yacimiento de litio. Adicionalmente se está trabajando en otros yacimientos en Zacatecas, Sonora, San Luis Potosí, Baja California y Coahuila. En esta perspectiva se debería propugnar por un ordenamiento de los procesos, de forma que se incentive el desarrollo de la cadena de valor, buscando que el mineral que se logre obtener en el país se industrialice en México y sirva para apoyar el desarrollo de la cadena de valor de varios productos electrónicos en país. Se requiere que los responsables de la política industrial imaginen cómo se puede impulsar el desarrollo de la industria y acorde con esa visión de futuro, se designen estructuras cognitivas y de desarrollo industrial que permitan sacar ventaja de la explotación del mineral. El país requiere acelerar los procesos industriales en esta área que es clave para la electrónica y la automotriz, y sobre todo porque hacen viable a la economía digital, que es el pilar del desarrollo industrial futuro. Requerimos de certidumbre, y para ello se requiere de un marco institucional claro que garantice la inversión. De otra forma, la incertidumbre nacional se sumará a la incertidumbre económica mundial, lo que obstaculizará los procesos de inversión y de creación de empleos, es un momento crucial para el desarrollo nacional, se requiere fortalecer el marco institucional para encaminar la economía hacia el crecimiento económico y del empleo.

COLUMNAS ANTERIORES

Los retos del sistema financiero para 2030
Renovando el proyecto industrial

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.