Clemente Ruiz Duran

Las diferentes caras de la migración

Las diferentes caras de la migración parecen mostrarnos que existen elementos para pensar que el panorama podría mejorar si se establecieran las instancias adecuadas.

El viernes pasado el Instituto Nacional de Migración informó que disolvió la primera caravana migrante del año, que partió desde la ciudad fronteriza de Tapachula y estaba conformada por unas 300 personas que tenían como destino la frontera con Estados Unidos. Esta situación muestra el pulso de la migración. Los migrantes esta vez avanzaron apenas 15 km y participaron el jueves en una marcha por calles céntricas de Tapachula exigiendo a las autoridades que les permitieran transitar libremente hacia Estados Unidos. Esta situación se ha convertido en una constante en la frontera sur. Por alguna razón las autoridades han querido que esta sea la información que se filtre a la prensa sobre la migración, cuando la realidad es mucho más amplia y requiere ser analizada en sus diferentes facetas.

A 430 kilómetros de ahí, en San Cristóbal de las Casas, el mismo día en la plaza principal, afuera de la Catedral, se formaban filas de trabajadores del campo para registrarse para realizar una estancia en California para apoyar tareas agrícolas en esa entidad en varios estados de Estados Unidos. En este caso el proceso ordenado y sin violencia se realiza al amparo de las visas H2A. De acuerdo al Wilson Center con sede en Washington, D. C. en el año fiscal 2021 el Departamento de Trabajo de Estados Unidos otorgó 317 mil visas H2A para trabajo temporal en tareas agrícolas, cifra superior a la de 275 mil de 2020, número que se ha venido aumentando año con año desde 2013, triplicándose en este periodo. Estas visas se expiden principalmente en los primeros meses del año y se otorgan principalmente a trabajadores del campo de cuatro países, México 93 por ciento, Sudáfrica 4 por ciento, Jamaica dos por ciento y Guatemala uno por ciento. Los salvadoreños reciben menos de 300, los hondureños 500 y los nicaraguenses 800. La pregunta que surge es por qué esta modalidad de migración no se difunde en forma más amplia y se negocia con las autoridades estadounidenses una ampliación con el fin de atender la migración que se da en forma desordenada y con violencia a través de las caravanas.

El fenómeno de la migración ha dado lugar a un proceso amplio de apoyo a los migrantes, tal como lo documenta Juan José Li Ng de BBVA, que incluso ha elaborado un directorio de las principales casas de migrantes, albergues y comedores a lo largo de las rutas migratorias de mayor afluencia. En su documento reporta que esta internación de migrantes centroamericanos se hace por múltiples ciudades a lo largo de la frontera sur de México en los estados de Chiapas y Tabasco, luego buscan transportarse por carretera o por tren, cruzando Oaxaca, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo. Cuando alcanzan a llegar a Querétaro, Celaya, Irapuato o León se bifurcan hacia diferentes ciudades del norte para cruzar hacia Estados Unidos. Entre las que destacan están Cd. Acuña, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros entre otros. En Chihuahua la principal ciudad es Ciudad Juárez y en la ruta del Pacífico se encuentran Agua Prieta, Nogales, San Luis Río Colorado, Mexicali y Tijuana. La travesía es realmente una impresionante odisea. Si se toma como punto de partida Tapachula, la distancia estimada a Reynosa es de 2,332 Kms, a Piedras Negras 2,463 kms, a Ciudad Juárez 2,998 kms, a Nogales 3,423 kms y a Tijuana 4.019 kms.

El surgimiento de esta red de apoyo a través de centros de atención a los migrantes muestra que la migración ha generado respuestas sociales que arropan al proceso, mediante la construcción de infraestructura de apoyo. Esta situación muestra que existe un entramado atrás de la migración, que debiera ser aprovechado para relanzar la política migratoria. En esa perspectiva es necesario profundizar sobre la institucionalidad no gubernamental y los apoyos gubernamentales que de facto se desarrollan en varios municipios del país, y con ello buscan ordenar el proceso migratorio y evitar que el desorden dé lugar a procesos migratorios autoorganizados como las caravanas que dan lugar a una violencia innecesaria, en donde se mezclan fuerzas de diversa naturaleza incluso ilegales, que buscan sacar ventaja de los migrantes y enfrentarlos a las autoridades.

Las diferentes caras de la migración parecen mostrarnos que atrás de este proceso existen elementos para pensar que el panorama podría mejorar si se establecieran las instancias adecuadas que permitieran una construcción institucional más amplia en apoyo a la migración, para evitar el caos y la violencia. Se requiere que el gobierno reordene este proceso para garantizar que se realice de manera ordenada en beneficio de todos los que no pueden encontrar empleo decente en sus lugares de origen.

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