Clemente Ruiz Duran

Debilidad de la recuperación, presupuesto y rediseño público

Parece que vivimos en el mundo al revés, el Presupuesto presentado es a todas luces insuficiente para apoyar la recuperación económica del país.

El debate en torno al Presupuesto siempre se había colocado como un punto estratégico para definir la forma como el sector público apoyaría un mayor crecimiento económico, y los partidos de oposición pugnaban porque este gasto fuera mayor para dar mayor solidez a la economía. Sin embargo, parece que vivimos en el mundo al revés, el Presupuesto presentado es a todas luces insuficiente para apoyar la recuperación y los partidos de oposición presentaron el lunes pasado un Presupuesto alterno que se queda corto, ya que en vez realizar un planteamiento que promueva el gasto público cómo factor de recuperación de la economía buscan reducir algunos gastos del sector público.

El Presupuesto de ser aprobado tal cómo fue presentado será de sólo 25.1 por ciento del PIB de 2022, es decir una reducción de 0.6 por ciento del PIB. Si la aspiración de la actual Administración es convertir a México en un país cómo Dinamarca requeriríamos un Presupuesto equivalente a 49.6 por ciento del PIB (https://data.oecd.org/gga/general-government-spending.htm). La brecha es sustancial y no se ha diseñado ninguna estrategia ni de corto, ni de largo plazo, que permita elevar el gasto público a los niveles daneses. Se dejó pasar la oportunidad para realizar una reforma fiscal que elevará los ingresos del sector público y por lo mismo el resto de la Administración se vivirá en la precariedad fiscal.

A este panorama incierto se ha venido a sumar el problema de la debilidad de la recuperación económica, en parte por la debilidad de las industrias claves como la automotriz y la electrónica, derivados de la falta de componentes electrónicos suficientes. Es de preverse que estos desabastos se mantengan por algún tiempo derivado de una débil producción de minerales claves y por otra parte por el conflicto Estados Unidos – China. En esta perspectiva es necesario que los legisladores realicen un planteamiento más ambicioso de Presupuesto alternativo con el fin de fortalecer a proyectos estratégicos que permitirían generar un mayor crecimiento. El recorte propuesto por los legisladores de oposición por alrededor de 190 mil millones de pesos parece incongruente con la idea de propugnar por un mayor crecimiento, convendría en todo caso revisar la forma como están operando ciertos proyectos como es el caso del Banco del Bienestar que no está aportando un mayor beneficio a la población y cuyas funciones bien podrían ser cubiertas por otras instituciones cómo es el caso de Telecom que ha mostrado su eficacia para dispersar recursos a los grupos de bajos ingresos en todo el territorio, de esta forma se podrían ahorrar alrededor de 5 mil millones de pesos. En esta perspectiva se debería plantear una serie de fusiones entre instituciones públicas, eliminar aquellas que en vez de aportar están socavando el desempeño del sector público, es decir se requiere realizar una reingeniería institucional que permita un redespliegue del sector público en áreas estratégicas.

En esta perspectiva se requiere hacer un análisis de prospectiva por parte del sector público y del sector privado para alcanzar metas más definidas para la economía en el mediano y largo plazo. Este análisis hoy se realiza de alguna forma en el área de planeación de la Secretaría de Hacienda, sin embargo, es un ejercicio limitado en donde no existe un diálogo con el sector privado para establecer metas conjuntamente que permitan diseñar estrategias de más amplio aliento. En esta perspectiva lo que se requiere es consolidar un esfuerzo público – privado para pensar en el largo plazo, escenarios que rebasen la cuestión sexenal, y permitan visualizar a la economía mexicana en las próximas décadas.

De realizarse estos ejercicios de prospectiva, se podrían definir escenarios para diez, quince o treinta años, de esta forma podríamos pensar en el escenario 2050. La prospectiva ayuda a romper conflictos del corto plazo y permite pensar en rediseños estratégicos con menores conflictos. Este esfuerzo debería realizarse en forma conjunta por el sector público y el sector privado, para que se establecieran metas conjuntas para el rediseño estratégico del país de forma más cooperativa. En tanto se realizan estos ejercicios prospectivos, esperamos que los diputados sepan reconocer que es necesario pugnar para un Presupuesto más amplio para el año 2022.

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