Competencia 2.0

Más sobre mercados digitales

Estamos viendo el gran riesgo de que la regulación vaya extremadamente desfasada de la realidad. El avance tecnológico se acelera más rápido de lo que cualquiera hubiere imaginado.

En estos días se han llevado a cabo interesantes discusiones sobre el tema de los mercados digitales en México. El interés crece debido a la acelerada transición que vemos en cada vez más mercados al uso de tecnología para prestar servicios o vender bienes por medios digitales.

Estos foros han sido convocados por separado por organizaciones como el Colegio de México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (Anade), entre otros, y han logrado convocar a algunos de los más importantes expertos en México y el mundo. En estas discusiones, han llamado la atención algunas ideas sobre el futuro de la competencia y la regulación debido a casos recientes y la influencia de lo que está pasando en otras jurisdicciones.

Tanto Cofece como IFT han presumido avances en sus análisis de estos mercados. Cofece ha trabajado en un nuevo arreglo institucional, estableciendo una nueva dirección general de Mercados Digitales que se acaba ya de consolidar como el instrumento interno para avanzar en las discusiones y mejorar el análisis conjunto en estos mercados.

Desgraciadamente, los problemas entre Cofece y el IFT siguen presentándose. La jurisdicción sobre mercados digitales sigue disputándose entre ambos órganos autónomos y los casos siguen acabando en tribunales. La más reciente discusión se está dando alrededor de las llamadas plataformas over-the-top (“OTTs”), que incluyen todo tipo de accesos a contenidos audiovisuales en sus diferentes modalidades.

Más allá de los problemas entre las autoridades, vale la pena identificar algunas conclusiones generales de estos foros que llaman la atención:

1. Queda cada vez más claro que los llamados “gigantes tecnológicos” son muy diferentes entre sí. Sus modelos de negocio son muy disímiles y no es posible meterlos en una misma canasta. Por tanto, es necesario identificar problemas específicos y analizarlos caso por caso para entender bien las oportunidades de intervención.

2. Existen claras diferencias en las implicaciones de la digitalización en mercados emergentes contra lo que pasa en mercados desarrollados. Varios expertos identifican que las empresas tecnológicas pudieran traer importantes beneficios a mercados tradicionales en nuestro país. Ejemplos de mercados de Fintech o de venta de productos al menudeo, demuestran que las empresas tecnológicas están siendo altamente disruptivas, trayendo beneficios al consumidor y retando el enorme poder que tienen algunas empresas en mercados tradicionales.

3. Existe un riesgo de desviación a lo político en los debates sobre reformas a las leyes de competencia y la regulación de plataformas. Como nunca se había visto, el tema de competencia se ha vuelto un tema político en Estados Unidos y Europa y se corre el riesgo de “contaminar” el análisis técnico que ameritan los problemas de competencia. Los mismos funcionarios de las agencias de competencia han identificado el riesgo de copiar esas soluciones políticas de regulación.

4. El tema del uso de datos es uno de los más sensibles. Nuevamente se ha centrado el debate en el análisis del uso estratégico de los datos por parte de las empresas. Varios expertos coinciden en que este será el principal tema de análisis a futuro y requiere coordinar la acción de autoridades en materia de datos, protección al consumidor y otros. En México seguimos atrasados en este tema.

Nuevamente estamos viendo el gran riesgo de que la regulación vaya extremadamente desfasada de la realidad. El avance tecnológico se acelera más rápido de lo que cualquiera hubiere imaginado. La robótica, la minería de datos, los usos de la inteligencia artificial y la realidad virtual, entre otros avances nos hacen ver que los problemas de hoy probablemente no existan mañana.

Quizá la más clara conclusión de todos estos debates es que falta mucho estudio y mucho análisis con las actuales herramientas de las autoridades de competencia, antes de poder recomendar cambios al sistema regulatorio. Es urgente que las universidades y centros de estudio se involucren más y complementen el trabajo regulatorio.

COLUMNAS ANTERIORES

Revisando el sistema de competencia
El enorme daño de las denuncias falsas

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.