Bloomberg Opinion

Inflación está bajando si mira a Amazon como indicador

Amazon es un gran indicador de los cambios en las tendencias macroeconómicas por su gran tamaño y la consistencia del crecimiento de la empresa.

Conor Sen

Si quiere culpar a una empresa por el aumento de la inflación durante el año pasado, culpe a Amazon. Cuando la demanda de comercio electrónico aumentó al comienzo de la pandemia en 2020, el minorista decidió ampliar la capacidad para cumplir con las previsiones de mayor crecimiento. Luego, cuando el mercado laboral comenzó a ajustarse hace un año, Amazon siguió adelante, pagando lo que fuera necesario para construir más centros logísticos, comprar más camiones y contratar más conductores y trabajadores en los centros de distribución.

En la conferencia telefónica de resultados trimestrales realizada la semana pasada, la compañía anunció que ahora ha desarrollado la capacidad que necesitaba. Incluso tiene exceso de personal y de capacidad de almacenamiento, y planea terminar con las contrataciones y la inversión en el corto plazo mientras espera que la demanda se ponga al día.

Este es probablemente el mejor indicador que se puede obtener de que las presiones inflacionarias generales en la economía deberían comenzar a disminuir en los próximos trimestres.

Amazon es un gran indicador de los cambios en las tendencias macroeconómicas por su gran tamaño y la consistencia del crecimiento de la empresa. En los últimos 12 meses, sus ingresos en Norteamérica –que incluyen comercio electrónico, publicidad y suscripciones Prime, pero no su lucrativa división Amazon Web Services– totalizaron 285 mil millones de dólares, un poco más del 1.0 por ciento del producto interno bruto de Estados Unidos. En el trimestre finalizado el 31 de marzo, estos ingresos aumentaron 50 por ciento con respecto al mismo período de hace dos años.

Lograr esa curva de crecimiento ha sido increíblemente intensivo en recursos y particularmente costoso durante el último año debido a la escasez de mano de obra y materiales en toda la economía. A nivel mundial, la empresa aumentó su plantilla en un 27.6 por ciento durante el último año, o 351 mil empleados, e invirtió 63 mil 900 millones en propiedades y equipos.

Esas inversiones pueden haber sido una gran noticia para los clientes, dado que eso les permitió recibir más productos más baratos y más rápido de lo que lo hubieran hecho si la empresa hubiera sido más contenida en su gasto. Pero fueron terribles para los resultados de Amazon en un entorno inflacionario y con recursos limitados. Los márgenes operativos del primer trimestre en Norteamérica cayeron a un -2.3 por ciento desde el 5.4 por ciento del año anterior. Los inversionistas han castigado a Amazon por construir ese exceso de capacidad no rentable, y las acciones cayeron un 20 por ciento durante el año pasado.

Por eso es tan importante el anuncio de la empresa de que dejará de invertir y contratar para centrarse en la productividad y la eficiencia. Hace un año, el mayor desafío de Amazon fue escalar el crecimiento, expansión que terminó siendo increíblemente costosa. Hoy, el desafío es controlar sus costos y equilibrar la oferta y la demanda.

La inflación funciona como el tráfico de una autopista. Cuando conduce su automóvil por una carretera para ir a donde necesita ir al mismo tiempo que otros automóviles se dirigen en la misma dirección, todos esos automóviles crean tráfico que bloquea su progreso. Y cada automóvil ve a todos los demás automóviles como obstáculos para su propio progreso. Pero si usted y muchos de esos otros autos simplemente se quedaran en casa, no habría ralentizaciones en el tráfico.

Entonces, cuando Amazon contrató a cientos de miles de trabajadores y gastó decenas de miles de millones de dólares, solo estaba haciendo lo que tenía que hacer para crecer. Pero para tantas otras empresas en la economía, representó un gran impulsor de la inflación. Por el contrario, Amazon ahora está ajustando el tamaño de su negocio al reducir el gasto. Pero para otras empresas que buscan contratar trabajadores o asegurar terrenos para construir centros de distribución, es una disminución de las presiones inflacionarias.

Quizás aquí también haya una lección macroeconómica. Debido a que Amazon es tan grande, cualquier esfuerzo por expandirse rápidamente afectará sus márgenes de ganancia y aumentará los precios en la cadena de suministro. Desacelerar esas ambiciones debería mejorar las ganancias de Amazon y conducir a una menor presión inflacionaria en toda la economía.

Tanto para Amazon como para la economía de EU en su conjunto, el año pasado se caracterizó por una rápida creación de capacidad para satisfacer el aumento de la demanda que siguió a la reapertura de la economía y múltiples rondas de estímulo fiscal.

Ha sido un viaje lleno de baches y a veces doloroso. Pero ahora hemos progresado mucho y la esperanza es que, en el futuro, la prisa se calmará y creará un camino más tranquilo para inversionistas, empleados y consumidores por igual.

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