Benjamin Hill

La trampa de India

India es por mucho el productor de vacunas más grande del mundo y uno de los proveedores más importantes del Covax a través del SII.

Todo indica que la pesadilla que ha vivido el mundo debido a la pandemia por Covid-19 todavía no tiene para cuándo terminar, en especial para los países de menor ingreso. El programa Covax, diseñado para ayudar a países en desarrollo a acceder a vacunas contra el Covid-19, está en riesgo de fracasar por una decisión interna del gobierno de India, y eso significa que unos 100 países no estarán en condiciones de atender la demanda de vacunas este año.

Covax es parte de una iniciativa encabezada por la Organización Mundial de la Salud y un grupo de organizaciones civiles cuyo objetivo es el desarrollo, distribución y financiamiento de vacunas de Covid-19 en el mundo, en especial en países en desarrollo. Unos 190 países pertenecen a esta iniciativa, de los cuales 92, por su bajo nivel de ingreso, son susceptibles de recibir vacunas de forma prioritaria. De hecho, esta iniciativa le ha permitido a México acceder a vacunas de Pfizer.

No es exagerado decir que el futuro en el control de la pandemia a nivel global depende de esta iniciativa, pues es el único y más grande esfuerzo de coordinación entre países que es capaz de asegurar que todas las personas en todo el planeta puedan acceder a una vacuna sin importar el país donde viven. El Covax puede ser fundamental incluso para países desarrollados o de ingreso medio que no tienen acuerdos bilaterales con farmacéuticas productoras de vacunas para atender la demanda de toda su población. Hasta para los países que hoy tienen su fuente de suministro de vacunas asegurada, el Covax representa una especie de seguro contra una nueva ola de contagios proveniente de ciudadanos de otros países. Hasta principios de abril, Covax había entregado más de 38 millones de dosis de vacunas en más de cien países con la ayuda de tres proveedores: AstraZeneca, Pfizer-BioNTech, pero principalmente el Serum Institute of India (SII), quien produce con licencia la vacuna de AstraZeneca. Hasta hace unos días, Covax esperaba entregar al menos dos mil millones de vacunas este año en todo el mundo.

India es por mucho el productor de vacunas más grande del mundo y uno de los proveedores más importantes del Covax a través del SII, que manufactura la vacuna de AstraZeneca y fabricará la del laboratorio norteamericano Novavax a partir de septiembre. El convenio entre SII y Covax establece que el segundo recibirá mil cien millones de dosis de vacunas, la mitad de AstraZeneca y la otra de Novavax. Hace unos días se dio un importante repunte de los contagios de Covid-19 en India. En consecuencia, el gobierno de ese país decidió suspender la exportación de cargamentos grandes de vacunas y utilizar las vacunas fabricadas en el país para atender primero la demanda doméstica y proteger a sus más de mil 300 millones de habitantes. India no solamente ha prohibido las exportaciones de vacunas hasta junio, sino que ha aumentado su meta de vacunación de 300 millones de personas para agosto, a 400, lo cual pone al SII en una mayor presión para atender el mercado interno. El ministro de relaciones exteriores ha dicho que las exportaciones de vacunas de India estarán determinadas por las necesidades internas.

Esta decisión pone literalmente en jaque a Covax. Al menos 60 países, particularmente de África, sufrirán una escasez grave de vacunas debido a esta decisión. Es difícil valorar cuál será el impacto de la decisión del gobierno de India sobre la capacidad de México de acceder a vacunas de Covid-19. Como se sabe, los convenios firmados con tres empresas proveedoras de vacunas de Covid-19 se han reservado, por lo que no es posible acceder a ellos. Pero de que tendrá consecuencias para nuestro país, las tendrá.

¿Cómo llegamos a esta situación? En lugar de establecer convenios con productores de vacunas del este, como Sputnik y Cansino, Covax únicamente hizo convenios con farmacéuticas europeas y norteamericanas. Debido a que el único productor capaz de atender la demanda de esas vacunas era el SII, ahora la tercera parte de la población mundial, que depende casi totalmente del funcionamiento de la iniciativa Covax, se encuentra a merced de una sola empresa en India y de las decisiones de su gobierno. Gracias a su mano de obra barata y calificada, India ha sido llamada ‘la farmacéutica del mundo’, por su capacidad de manufacturar medicamentos de todo tipo con licencias de empresas occidentales. Esto ha demostrado ser una trampa. Ahora que el mundo está en vilo a causa del monopolio que se ha creado en la fabricación de vacunas, se vuelve necesario replantear ese modelo y crear capacidades de producción de vacunas en muchos países si queremos sobrevivir esta pandemia.

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