Benito Solis

Cómo evaluar las futuras medidas económicas

En diez puntos, Benito Solís aclara cuáles son las cosas que deben corregirse en el sistema de mercado en México.

La llegada de un nuevo gobierno genera grandes y positivas expectativas entre la población, pero también preocupación por sus propuestas y la inexperiencia de los funcionarios entrantes.

El ganador de las elecciones presidenciales deberá de aprender a ejercer su nuevo rol político y dejar de ser un candidato en campaña que por casi dos décadas ofreció promesas en ocasiones ilusorias para obtener votos, a ser el principal funcionario público del país. Ahora los distintos participantes de los mercados estarán muy atentos a sus palabras e incluso insinuaciones para la toma de decisiones. Las mismas impactarán miles de millones de pesos y afectarán a cientos de miles de empleos.

Esto es especialmente preocupante en el momento actual, ya que él todavía no ha sido nombrado para el puesto por el que compitió ni tiene el poder o la responsabilidad correspondiente, y, sin embargo, ya influye en las decisiones que toman las personas, tanto dentro como fuera del país.

Un ejemplo reciente y muy ilustrativo es lo sucedido en días pasados, cuando se anunció que los sueldos de los funcionarios del personal de confianza en el gobierno federal se reducirían a la mitad, lo que fue suficiente para que cientos de ellos iniciaran la búsqueda de nuevos empleos fuera del gobierno. El problema con esta posible salida masiva de funcionarios es que la mayoría de los que obtendrán trabajos en otros lados son aquellos más calificados y preparados, lo que se traducirá en servicios de peor calidad para los ciudadanos, que con seguridad no era la intención de fondo de la nueva administración. Es impresionante la caída en los sueldos reales (es decir al tomar en cuenta la inflación) que ha ocurrido en la administración federal en las pasadas dos décadas. Por ejemplo, es absurdo pensar que un jefe de policía va a arriesgar su vida para enfrentarse a un delincuente por el sueldo que recibe en la actualidad o que un subsecretario firmar documentos que comprometan su patrimonio personal.

En las siguientes semanas se harán pronunciamientos de todo tipo, tanto del candidato ganador como de integrantes de su equipo. Una forma de evaluar si son correctos o no es definir si sirven para mejorar el nivel de vida de la población. La historia y la experiencia internacional nos muestran que la mejor manera de fomentar el crecimiento económico y la creación de empleos es propiciar el correcto funcionamiento de los mercados. Por lo mismo, en la medida en que se eliminen, o al menos se reduzcan las distorsiones de los mismos, se podrá crecer más y mejorar la distribución del ingreso.

Entre las principales distorsiones que existen en la actualidad en el sistema de mercado en México y que habría que corregir están las siguientes:

1) Inseguridad legal y física para los habitantes del país. En un lugar donde 98 por ciento de los delitos quedan impunes o no se investigan, muestran un gobierno que ha claudicado de su principal responsabilidad. Se requiere más capacitación del personal, sueldos más competitivos y más jueces, mejor investigación, etcétera.

2) La existencia de monopolios legales o de facto, que elevan los costos a los productores y a los consumidores. Hay que fomentar la competencia.

3) Elevados y complicados impuestos y el riesgo de mayores aranceles en comparación a nuestros principales socios comerciales, que hace poco competitivas a las empresas, lo que se compensa con bajos salarios y sueldos.

4) Corrupción por la existencia de leyes discrecionales y excesivos trámites burocráticos que enfrentan las empresas.

5) Indebida aplicación del Estado de derecho, leyes contradictorias e incertidumbre en su aplicación.

6) Elevada inflación y deuda pública, que impactan a las tasas de interés, lo que sube los costos financieros de las empresas y los consumidores.

7) Amenazas a la propiedad privada, como son el riesgo de mayores impuestos y posibles expropiaciones.

8) Bajo nivel educativo de la población.

9) Elevado gasto público corriente (incluyendo subsidios) y poca inversión productiva.

10) Numerosos incentivos a la economía informal y restricciones para la formal.

Esto son sólo algunos de los puntos que tendremos que fijarnos para ver si las distintas medidas serán útiles para la población en su conjunto y para el desarrollo del país. Lo demás es lo de menos.

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