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México grande, pero ¿sin energía?

Mientras se proyecta un crecimiento anual de 2.5 por ciento en la demanda de electricidad durante los siguientes 15 años, las inversiones por parte del Estado mexicano en el sector eléctrico van en descenso.

El Gobierno de México, bajo el mando de la presidenta Claudia Sheinbaum, se ha trazado un ambicioso objetivo: convertir a México en una de las 10 economías más grandes del mundo hacia 2030.

Sin embargo, para lograr esta meta se necesita, imprescindiblemente, de un sistema eléctrico fuerte, pero también con una visión de largo plazo.

El problema es que, a decir del último reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), los mapas de ruta del sector eléctrico en México no contemplan las ambiciosas metas de la administración actual.

De hecho, mientras se proyecta un crecimiento anual de 2.5 por ciento en la demanda de electricidad durante los siguientes 15 años, las inversiones por parte del Estado mexicano en el sector eléctrico van en descenso.

Para muestra, un botón. Al tercer trimestre de 2025, la inversión física de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fue de 26 mil 800 millones de pesos, una caída real de 28.1 por ciento respecto al mismo periodo de 2024. Para 2026, la inversión asignada a CFE será de 61 mil 100 millones de pesos, 16.7 por ciento menos en términos reales que lo aprobado para 2025.

Este comportamiento a la baja de las inversiones en el sector eléctrico no se ve que vaya a mejorar.

El Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional (PFESEN), que es el documento brújula que elabora la CFE junto con la Secretaría de Energía, estima que se requieren en promedio 104 mil millones de pesos anuales hasta 2030 para soportar el crecimiento proyectado en la demanda eléctrica del país; sin embargo, el presupuesto asignado para 2026 es 43 mil millones de pesos por debajo de lo requerido.

Hay un problema en torno a la demanda eléctrica en México. Un problema que incluso es una de las preocupaciones que han manifestado empresas estadounidenses y de Canadá en el marco del T-MEC, cuya revisión se llevará a cabo el siguiente año.

En este contexto, el gobierno de la presidenta Sheinbaum permitirá que la inversión privada complemente el desarrollo del país en materia eléctrica, sin embargo, hace falta mayor claridad sobre a los mecanismos que se utilizarán para que las metas de crecimiento económico que lleven a México a convertirse en potencial mundial, se cumplan en los plazos establecidos.

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