En primera fila

Los consentidos de Pemex Logística

Entre las beneficiadas figuran compañías que han sido señaladas en investigaciones sobre el huachicol de hidrocarburos.

Incorporar a estas empresas y ampliar de manera tan marcada su parque vehicular, no solo se abre la puerta a posibles irregularidades, sino que se genera una competencia desleal que afecta directamente a quienes han prestado el servicio de manera lícita e ininterrumpida por décadas. — Un análisis comparativo que ya se encuentra en poder del Gabinete de Seguridad muestra con claridad cómo, en apenas 20 meses —entre diciembre de 2023 y agosto de 2025—, la Gerencia de Transporte Terrestre (GTT) de Pemex Logística, que dirige Israel Benítez López, autorizó cerca de 300 nuevos números PR. Estas siglas, que significan Pemex Refinados, identifican a cada vehículo habilitado para cargar y trasladar combustibles dentro del sistema de Pemex.

En la práctica, cada autorización PR convierte a un camión cisterna en un fletero legal dentro de la red de distribución de hidrocarburos.

Un documento en poder de este espacio revela que la mayoría de las empresas históricas del sector mantuvieron flotas estables durante este periodo. Algunas sumaron una o dos unidades, otras incluso redujeron su parque vehicular. El comportamiento es comprensible si se considera que cada tractocamión con autotanque de 30 a 45 mil litros tiene un valor de mercado aproximado de cuatro millones de pesos; en este ramo, una sola adquisición suele ser ya un esfuerzo financiero considerable, sobre todo en la situación tan comprometida en la que se encuentra la petrolera nacional, que dirige Víctor Rodríguez Padilla.

Sin embargo, un grupo reducido de empresas aparece en el informe con aumentos fuera de toda proporción. Petro Express del Norte encabeza la lista con 64 nuevas autorizaciones PR. Le siguen MG Transportes y GSF División Transportes, con 50 cada una; LM Transportaciones con 25; Ultradiesel XXI con 23; Fletera Multimodal de Carga con 17; y Trareysa con 15.

En conjunto, estas compañías concentran más de 240 nuevas claves PR, es decir, la mayor parte del total asignado por la GTT en este periodo. Traducido a términos económicos, el crecimiento resulta extraordinario. Solo el bloque de empresas más beneficiadas representa una inversión estimada superior a mil millones de pesos en nuevas unidades.

Algunas prácticamente duplicaron su tamaño en menos de dos años; otras, partiendo de flotas pequeñas, incrementaron su capacidad en más de 50%. La comparación con el resto del sector no deja lugar a dudas: mientras empresas consolidadas apenas sostuvieron sus números, estas registraron expansiones vertiginosas.

El análisis agrega un elemento inquietante. Entre las beneficiadas figuran compañías que han sido señaladas en investigaciones sobre el huachicol de hidrocarburos. Que estas firmas hayan recibido decenas de nuevas autorizaciones oficiales para operar dentro de Pemex asignación y sobre el trato preferencial que la GTT estaría otorgando.

El propio documento lo advierte: incorporar a estas empresas y ampliar de manera tan marcada su parque vehicular, no solo se abre la puerta a posibles irregularidades, sino que se genera una competencia desleal que afecta directamente a quienes han prestado el servicio de manera lícita e ininterrumpida por décadas.

La conclusión es clara. El padrón vehicular de Pemex muestra dos realidades opuestas: la estabilidad de la mayoría, frente al crecimiento acelerado de unas cuantas.

Ese contraste, expresado en cifras oficiales, ofrece una radiografía de lo que podrían llamarse “los años maravillosos” del huachicol: un periodo breve en el que un grupo de empresas se expandió de manera acelerada, bajo la sombra de autorizaciones que hoy exigen escrutinio.

Porque, como dice el refrán, el dinero y el embarazo no se pueden ocultar. Y en este caso, tampoco los números.

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