En primera fila

Canadá, un pendiente menos

Raquel Buenrostro informó que Canadá dejó atrás la idea de combatir la soberanía energética que defiende la #4T. También que ha aceptado la reforma a la Ley Minera.

Canadá finalmente desistió de escalar a un panel de controversias en el marco del T-MEC por la política del sector energético que aplica el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Trascendió que esta semana, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, informó que el gobierno de Justin Trudeau dejó atrás la idea de combatir a la llamada soberanía energética de la #4T a través del acuerdo comercial más grande del mundo. Y no solo eso, la funcionaria, sobre la que recae la política comercial del gobierno federal, anunció que el país de la hoja del maple ha aceptado también la reforma a la Ley Minera, sector en el que dicho país, por decirlo de alguna forma, es protagonista en México.

Y es que al parecer por fin rindieron fruto las serie de reuniones que sostuvieron un grupo de empresas canadienses con miembros del gabinete obradorista en enero pasado, y que fueron respuesta, a su vez, a la solicitud que hizo directamente Trudeau a López Obrador en la reunión de líderes de Norteamérica que tuvieron los primeros días de este año.

Fue a través del diálogo, y de una rotunda negativa del gobierno de México de mover las condiciones en la política energética, lo que hicieron desistir a Canadá del conflicto, sin mencionar que, como se vio en el caso de Iberdrola, México está dispuesto a pagar por aquello que le estorbe en sus objetivos, especialmente en el sector energético.

Sin embargo, no se puede cantar victoria aún. El hermetismo que envuelve a la posición de Estados Unidos en este tema, no puede considerarse como una buena señal, esto a pesar de que ya se cumplieron más de 100 días desde que ambos países debieron alcanzar un acuerdo, o buscar una solución en el marco de un panel de resolución de controversias a petición del gobierno de Joe Biden.

En este contexto, y quizá de forma involuntaria, el discurso antiintervencionista que ha promovido el presidente López Obrador desde las mañaneras con el asunto de las ONG financiadas desde la Casa Blanca, ha servido para contener acciones que podría tomar Estados Unidos tanto en este, como en otros temas.

A pesar lo que pareciera a simple vista con las declaraciones matutinas, la relación entre ambas naciones está muy lejos de siquiera enfriarse, y por el contrario, aparentes desavenencias como estas, fortalecen la diplomacia y colocan en su lugar y justa dimensión, los intereses específicos de cada uno de ellos.

Quienes están cerca del proceso afirman que entre Estados Unidos y México podría venir una resolución definitiva en cuanto al tema energético de cara a la segunda mitad de este año, aunque no después de que arranque el proceso electoral en la Unión Americana.

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