Energía para todos

Funcionó el rescate a Pemex, pero a qué costo

El rescate a la petrolera nacional, llevado a cabo por la administración del presidente López Obrador, funcionó financieramente, pero a un altísimo costo.

2023 fue un año relativamente estable para el sector petrolero. En una era de recuperación poscovid, el impulso industrial a nivel global ha sido (irónicamente) un combustible del sector de la extracción de hidrocarburos, que sigue jugando un papel importante en las perspectivas económicas en el mediano plazo.

En este contexto, Petróleos Mexicanos (Pemex) cerró el año pasado con utilidades históricas por casi 110 mil millones de pesos, su segundo año consecutivo en números verdes, lo que representa un incremento de 10 por ciento respecto a las utilidades que mostró durante 2022.

Con estos datos, podríamos afirmar que el rescate a la petrolera nacional, llevado a cabo por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, funcionó financieramente, pero a un altísimo costo.

De acuerdo con lo dicho por Octavio Romero Oropeza, el director de Pemex, a los inversionistas en el conference call de ayer, la petrolera ha recibido del gobierno federal más de 869 mil millones de pesos en aportaciones directas entre 2019 y 2023, mientras que la reducción en el pago del derecho de utilidad compartida (DUC) de 65 por ciento, a 40 por ciento en 2023 (30 por ciento este año), le ha representado ahorros a la petrolera nacional por más de 500 mil millones de pesos.

A estos números tendríamos que sumar también otros 229 mil millones de pesos de otros beneficios fiscales.

En total, el llamado rescate a la empresa productiva del Estado, estandarte de la soberanía energética que persigue el obradorismo, ha costado casi 1.6 billones de pesos en lo que va de la gestión actual; más lo que se sume este año, podría cerrar el sexenio con más de dos billones de pesos.

En este sentido, y, para poder reportar estos resultados positivos al cierre de 2023, fue crucial el último decreto emitido por la Secretaría de Hacienda el 14 de febrero, mediante el cual se le condona a Pemex el pago del DUC durante el cuarto trimestre del año pasado, que también alcanzó a enero de 2024, aunque este último se reflejará en los resultados del primer periodo.

La estrategia: imitar a AMLO

Los vemos por ahí presentando muñecos de sí mismos (como los Amlitos); hacen sus propias conferencias mañaneras; llevan a cabo exhaustivas giras para conocer el país y el sentir popular que por décadas han ignorado.

También afirman que el combate a la inseguridad, al menos en el largo plazo, debe centrarse en estrategias para rescatar a la juventud; también, de repente, los programas sociales no solo son una buena idea, sino que continuarán a cualquier costo.

En fin, la estrategia es clara: imitar al presidente Andrés Manuel López Obrador desde que construyó su candidatura por primera vez hace más de 20 años.

Pero la finalidad de esta estrategia va más allá de replicar aquellas prácticas que han caracterizado al tigre macuspano, incluso, buscan emular sus políticas de gobierno, adoptándolas como sus ideas originales y llevándolas a sus discursos como propias. Más pudor, por favor.

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