Energía para todos

Cuidado con el metano

El metano es 80 veces más agresivo que el CO2, y las industrias más intensivas en arrojarlo al medioambiente son la agropecuaria, así como la producción de petróleo y gas.

Por lo general, uno de los grandes esfuerzos que se realizan a nivel mundial para combatir el cambio climático se enfoca en las emisiones de contaminantes que son efecto de combustión en transporte o actividad industrial, o incluso generación de electricidad, sin embargo, se habla poco del muy dañino efecto de la emisión de gas metano.

El metano es un residuo mucho más peligroso para la atmósfera que el dióxido de carbono, de acuerdo con un reporte del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), el metano es 80 veces más agresivo que el CO2, y las industrias más intensivas en arrojarlo al medioambiente son la agropecuaria, así como la producción de petróleo y gas, donde se le conoce como venteo de gas asociado a la producción de crudo.

Esta última industria es una de las que más oportunidades tiene en la reducción de dichas emisiones, esto da cuenta el informe más reciente de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés), donde afirma que con invertir tan solo el dos por ciento de las ganancias netas de todas las petroleras del mundo (75 mil millones de dólares en 2022), es posible reducir 75 por ciento sus emisiones de metano para 2030, conforme a la meta internacional contenida en el Acuerdo de París.

Adicionalmente, el documento destaca que la captura de dicho metano podría generar ganancias por 45 mil millones de dólares; sin embargo, por el nivel de inversión requerida, aún no sería negocio, por lo cual, afirma la IEA, se requiere del apoyo de recursos gubernamentales, aunque no menciona que podría legislarse a favor de que las misma petroleras, tanto privadas como públicas, como Pemex, se hagan responsables de sus emisiones de metano, en lugar de recurrir al endeudamiento.

En México, a un mes de que terminara el sexenio de Peña Nieto, se emitieron los lineamientos para controlar la emisión de metano, obligando a las petroleras, principalmente a Pemex, a elaborar un programa, por proyecto, donde se delineara la estrategia para combatir dichas emisiones, todo ello supervisado por la ASEA.

Para el gobierno anterior fue fácil emitir dichos lineamientos, tomando en cuenta la declinación en la producción de crudo con la que entregaron Pemex, sin embargo, la intensiva actividad de perforación que se ha llevado a cabo en la administración del presidente López Obrador, ha venido acompañada, forzosamente, por un incremento en el venteo de gas asociado a la producción de crudo.

Ante este panorama, el gobierno no tuvo más que emitir en junio de 2020 un aplazamiento para emitir dichos programas de control de venteo de gas, con la finalidad de que la producción no se siguiera desplomando.

En fin, más allá de llenar el mundo de automóviles eléctricos, hay que poner ojo en otros factores como metano, que de acuerdo con el CEMDA, con base en otras fuentes, es responsable de al menos 25 por ciento del calentamiento global, y como concluye el reporte de la IEA, al parecer no hay dinero que alcance para combatirlo.

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