¿Qué pasa cuando juntas música, diversión y un workout completo sobre una bici? La respuesta es El Azote de Dios. Germán Ruiz, Ingeniero Industrial, influencer y Master Coach de cycling, ha creado un personaje que, además de ofrecer un servicio, entretiene a su audiencia de una forma original que empieza a exportar por el mundo.
El mexicano, originario de Saltillo, presenta una propuesta única en un momento clave para la industria. Según el último estudio de McKinsey & Company sobre el Futuro del Bienestar (Future of Wellness Report), para los millennials y la generación Z, el wellness se ha convertido en una práctica diaria y personalizada. La industria de fitness y bienestar está creciendo más rápido que muchas otras y conforme se consolida, su valuación estimada es de 2 billones de dólares.
McKinsey identifica tres imperativos que ayudarán a las empresas a posicionarse y asegurar su futuro en el sector. El primero es una propuesta de valor diferenciada. En el caso de El Azote, las clases que ofrece son más que clases: son un show con comedia y entretenimiento. Germán entra a la sesión con sombrero y botas vaqueras, y se cambia de outfit durante la clase. Selecciona la música perfectamente para crear una atmósfera y guiar a la audiencia. Quien haya estado en alguna de sus clases no se sorprende de que alrededor del 70% de su público en línea sean mujeres que disfrutan tanto del entrenamiento como sus pasos de baile.
El segundo imperativo es la capacidad para la resiliencia competitiva, es decir el enfoque tanto al negocio como a la audiencia. Germán cuenta con una manager que se encarga de la parte empresarial y de su presencia en línea. Además de impartir clases presenciales, cuenta con su propia plataforma digital y se ha posicionado como influencer de deportes, hogar, wellness, lifestyle, moda y belleza. También ha forjado alianzas con marcas como HYROX, un tipo de entrenamiento que combina estaciones de ejercicio funcional y carrera, cada vez más popular en el mundo.
El tercer imperativo es el foco estratégico en partnerships o asociaciones. A principios de este año, Mérida fue el escenario de Ride the World, un evento wellness de tres días en el que participaron más de 45 coaches internacionales. Después de este encuentro, Germán amplió sus horizontes y en junio realizó un tour europeo con clases en Madrid, Barcelona, Girona, París, Milán, Bruselas, Londres, Lisboa y Oporto. Hace unas semanas regresó para un segundo tour europeo en el que, aunque inicialmente tenía programadas una o dos clases por estudio, la alta demanda lo obligó a ofrecer tres o cuatro sesiones, con todo vendido, y no solo entre la comunidad mexicana o latina, sino también entre el público local.
Los influencers que cuentan con un equipo sólido logran convertirse en empresarios de distintos sectores. Si Germán Ruiz continúa trabajando con la misma disciplina y expandiendo su presencia internacional, no solo se consolidará como un referente del fitness y el wellness, sino también como un auténtico producto de exportación que lleva el talento y la creatividad mexicana a nuevas fronteras.