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El camino para la transición de energía

Todos tendremos que adaptarnos, cambiar hábitos y repensar procesos para acelerar nuestras acciones y llegar a ‘net zero’ o emisiones equilibradas.

Estamos a 50 días de la próxima COP28, la 28ª reunión oficial de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El evento se llevará a cabo en la Dubai Expo City en los Emiratos Árabes Unidos el 30 de noviembre. El encuentro cuenta con un plan de acción enfocado a cuatro áreas, y una de las que más hemos escuchado es la de la descarbonización. Que es el proceso de reducción de emisiones de carbono, sobre todo dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.

Esta conferencia es importante por varias razones, pero en esta edición marcará el resultado del primer balance global o global stocktake (GST), el mecanismo a través del que se evalúa el progreso bajo el Acuerdo de París. Hasta ahora dos cosas están claras, la primera es que el mundo no va en camino para cumplir los objetivos establecidos para el 2030 ni para el 2050. La segunda es que nadie puede hacerlo solo. Los gobiernos y reguladores, los proveedores de energía, los grandes consumidores, las instituciones financieras, la sociedad civil y los consumidores todos tendrán que adaptarse, cambiar hábitos y repensar procesos para acelerar sus acciones y llegar a net zero o emisiones equilibradas.

La firma de consultoría BCG (Boston Consulting Group) publicó recientemente su Plan para la Transición de Energía (A Blueprint for the Energy Transition). El estudio detalla las acciones específicas que deben de tomar los gobiernos, los grandes productores y consumidores de energía y los creadores de tecnología y capital en el camino a la neutralidad. No es sorpresa que una de las conclusiones es que se va a requerir de una inversión masiva de capital para lograr los objetivos establecidos, y la cantidad se estima entre 18 y 37 trillones de dólares.

Existe un gran desafío para garantizar la sustentabilidad, asequibilidad y seguridad energética. Los costos y beneficios de invertir en energías con bajas emisiones de carbono tienen una distribución desigual entre la sociedad, lo que hace más difícil el apoyo para la descarbonización. En este plan, las recomendaciones para las acciones de descarbonización van enfocadas a los inversores y las instituciones financieras, de la mano del sector público, para crear estándares de medición y verificación para que las compañías que reciben capital tomen los pasos adecuados para bajar sus emisiones y establezcan protocolos de capturas de carbono.

Sin duda el camino seguirá construyéndose y veremos cómo los temas avanzas en camino al diálogo, lo que nos falta es presenciar las acciones que se tomarán al concluir la COP28 para resolver la urgencia del cambio climático en nuestro planeta.


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