In-tech-national

Violencia digital: una lucha urgente

Las empresas deben de crear protocolos para verificar la edad de sus usuarios y responsabilizarse cuando sus productos son utilizados de manera incorrecta.

La violencia digital es cualquier acción dolosa en la que se utilice la tecnología para la diseminación de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento y que dañe la privacidad, intimidad o dignidad de las mujeres, según infoem.org.mx. La Corte Internacional Europea reconoce que la violencia digital afecta desproporcionadamente a las mujeres, y que la gran mayoría de los casos no son tomados en serio.

En México, un claro ejemplo es el caso de Sofía Yunes. Personas desconocidas tomaron fotos de las redes de Sofía y usando inteligencia artificial las modificaron para mostrarla desnuda a través de las redes sociales. Las fotos han circulado por Twitter, WhatsApp e incluso crearon una cuenta falsa de OnlyFans utilizando las imágenes alteradas de Sofía.

Este no es un caso aislado, Yunes ha alzado la voz, representando a millones de mujeres que sufren de estos delitos, Amnesty International reporta que el 58 por ciento de las niñas que utilizan internet han sufrido de violencia digital desde el año 2020. Lo más grave es que si esto no se regula rápidamente dará pie a muchos delitos más que seguirán perjudicando a niñas y mujeres.

Históricamente los espacios públicos y los espacios en línea fueron pensados, diseñados y legislados por hombres, hoy es urgente que la protección de las mujeres y las niñas en los espacios digitales tome prioridad, se legisle adecuadamente y las empresas que se encargan de proporcionar los servicios tengan reglas claras, sean responsables de proteger los datos personales, e incluso tomen el liderazgo moral. Muchos de estos casos involucran a menores de edad, tanto a niñas que son violentadas como niños y jóvenes que utilizan servicios de empresas de inteligencia artificial para violentar a otros, las empresas deben de crear protocolos para verificar la edad de sus usuarios y responsabilizarse cuando sus productos son utilizados de manera incorrecta.

La ley usualmente va mas lenta que la innovación, los casos como el de Yunes que involucra a la inteligencia artificial no caben dentro de la Ley Olimpia o como delito de violación a la intimidad sexual, segun el Código Penal Federal. Pero que el crimen no esté contemplado en la ley no quiere decir que no afecte a miles de personas, y en este caso a millones de mujeres. México está a tiempo de liderar la conversación en este tema y estar del lado correcto de la historia. Es hora de que se deje de hablar de precedentes, impedimentos y procesos. Es hora de proteger a las mujeres en un tema que nos afecta a todas y seguirá afectando a las más vulnerables. Como dijo Ruth Bader Ginsburg: “Las mujeres pertenecen a todos los lugares donde se toman decisiones”. Y en este tema nuestra decisión debe tener más peso que nunca.

COLUMNAS ANTERIORES

La innovación como motor del futuro
La doble jornada laboral

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.