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El regreso del ‘concierge’

Los viajeros siguen apreciando el valor de tener a alguien que arregle y planifique esos momentos únicos que vale la pena disfrutar.

La tecnología ha modificado la manera en la que viajamos. La compra de boletos de avión en línea fue de las primeras compras online que muchos consumidores se atrevieron a realizar. Sin duda los avances nos permiten tener itinerarios organizados, acceso a mapas y navegación, información sobre lugares y muchos beneficios más. Sin embargo, la carencia de estos servicios está en la experiencia de usuario. Cuando algo sale mal, hay un contratiempo o el usuario necesita un cambio es extremadamente difícil de hacerlo a través de las plataformas. Es aquí donde resurge el servicio de un concierge, que cuenta con una persona que tiene la experiencia, el tiempo y la disposición de ayudar. Esto es extremadamente valioso cuando el usuario está incomunicado, durante un vuelo, no habla el idioma, no tiene datos, o tiene otro contratiempo durante un viaje.

Hay quienes recuerdan al concierge del hotel, la persona que se encarga de ayudar con la reservación para la cena, pero hoy el rol del concierge va más allá. Un concierge de lujo ayuda al cliente (usuario) con servicios personales como reservas de restaurantes, visitas y transportes. En los últimos años ha habido un resurgimiento de servicios enfocados en un mercado élite que está dispuesto a pagar un servicio premium y de experiencias únicas. Estos servicios son capaces de garantizar el acceso a experiencias exclusivas a través de membresías o un concierge fee, en muchas ocasiones los servicios que ofrecen los concierge de lujo no están disponible para el público en general.

El gran beneficio de un concierge es que ofrece un servicio completamente personalizado, a tus gustos, tiempos y necesidades. Estos pueden ser desde la manera en la que vives un concierto con el concierge de una tarjeta de crédito, hasta crear experiencias únicas como visitar un museo en horas exclusivas como lo hace Long Weekend, un empresa enfocada en experiencias únicas de viajes.

El tener una persona del otro lado del teléfono, o WhatsApp hace que la experiencia sea completamente distinta y le regresa el toque humano. Si bien la tecnología es magnífica para hacer el servicio de un concierge aún más especial, la conexión humana es algo que aún no ha podido ser reemplazada y los viajeros siguen apreciando el valor de tener a alguien que arregle y planifique esos momentos únicos que vale la pena disfrutar.

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