Desde San Lázaro

Pifias de diputados de Morena

El espíritu reformista del nuevo régimen implica un grave retroceso y en muchos casos un salto al pasado de proporciones mayúsculas.

Inconcebible, por decir lo menos, que los diputados federales después de aprobar los dictámenes respectivos a los autos 'chocolate' y el cobro del agua a pequeños y medianos productores, ahora salgan con que pedirán al Senado que impida que prosperen dichas minutas. Y no crea, estimado lector, que esta postura surge de los legisladores de oposición, no; se trata de Morena, el grupo mayoritario que impulsó tales medidas.

Una vez más, demuestran que legislan al vapor y que no se toman el tiempo necesario para ponderar las iniciativas. De hecho hay testimonios grabados de declaraciones de diputados morenistas que reconocen que ni siquiera leen lo que rechazan o autorizan, simplemente se constriñen a levantar la mano conforme lo hagan los líderes parlamentarios de su bancada.

El diputado Carlos Javier Lamarque Cano (Morena) solicitó al Senado de la República rechazar la minuta que reforma la Ley Federal de Derechos para eliminar la exención del pago de derechos por el consumo de agua por volumen, para no afectar a pequeños y medianos productores.

"He tomado la decisión de solicitar al Senado el retiro de la propuesta que, aunque fue resultado de una reserva presentada por Morena, me siento con mayor responsabilidad por ser el diputado ponente".

En el colmo de la irresponsabilidad y cinismo subrayó que el retiro de este pago de derechos por consumo de agua concesionada, impactará con una disminución de 585 millones de pesos a la Ley de Ingresos 2020, por lo que buscarán hacer ajustes para subsanar este faltante.

Con estos diputados pues para qué queremos enemigos, ya que él fue el impulsor de tal iniciativa, pero, como se aprecia al retractarse, no midió el impacto que tendrá tal medida entre los campesinos.

Igual ocurre con Alfonso Ramírez Cuéllar, que con la presión de buscar más ingresos para las arcas del gobierno, vota a favor de todo lo que represente más lana a pesar del impacto negativo que se tenga por las leyes aprobadas. Así ocurrió también con la legalización de los autos 'chocolate'.

Ya en la cancha de los senadores, esperemos que hagan las correcciones necesarias para no privatizar el agua del campo y menos darle el tiro de gracia al sector automotor y su planta laboral.

Así como estos dos asuntos pusieron en evidencia a los diputados, hay otros tantos que por legislar al vapor, dañan sectores productivos del país, por la ligereza en la que trabajan.

La agenda legislativa de la 4T tiene una prisa inusitada por cambiar todo en aras de satisfacer los caprichos del presidente de la república, pero en la vorágine de las reformas, muchas de ellas las han hecho con las patas, con consecuencias incalculables en el futuro. Así pasó con la reforma educativa, la revocación de mandato y la ley de 'terrorismo fiscal', por citar algunas.

Ricardo Monreal, pastor de los senadores morenistas, lleva la batuta en todo este nuevo entramado legal que implica un cambio de paradigmas, encaminado a instituir un nuevo régimen, empero, este espíritu reformista implica un grave retroceso y en muchos casos un salto al pasado de proporciones mayúsculas.

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