Desde San Lázaro

Dinero ilegal en campañas

El flujo de dinero ilícito proviene de tres principales fuentes: desvío de recursos públicos, donaciones privadas ilegales y del crimen organizado, de acuerdo con el estudio 'Dinero Bajo la Mesa'.

Ahora que nos enteramos que el extitular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), Santiago Nieto Castillo, se ha incorporado a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, de Morena, se confirma la sospecha de que su trabajo al frente de dicha dependencia, además de que dejó mucho que desear en cuanto a los resultados obtenidos, sirvió para proteger intereses políticos de su preferencia o al menos para encubrir actividades ilícitas y alejarlas de la justicia.

Un estudio elaborado por los analistas políticos Amparo Casar y Luis Carlos Ugalde, de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad e Integralia, respectivamente, señala que por cada peso destinado de manera legal a las campañas que se celebraron en los años 2016 y 2017, hubo 15 pesos de financiamiento ilegal que no se fiscalizaron y se desconoce su origen.

De acuerdo con este informe, los candidatos a gobernador gastan en promedio diez veces más de los topes legales que impone la autoridad electoral para la realización de su promoción en campañas electorales. Tienen un límite promedio de 46.8 millones de pesos y se estima, según revelan los especialistas, que al final de dichas campañas los gastos ascienden a 470 millones, en promedio.

¿Qué hizo la FEPADE de Nieto Castillo para fiscalizar las campañas aludidas? Pues al parecer nada y sólo se dedicó a calentar el sillón de su escritorio, o ¿cómo procesar la información que reporta que detrás del dinero que se gasta legalmente hay enormes cantidades en efectivo para fondear ilícitamente las campañas políticas?

Bajo el nombre de "Dinero Bajo la Mesa", los resultados obtenidos en ese estudio hablan de una enorme corrupción en la que participan los partidos políticos, incluyendo a Morena, que aunque hasta ahora no ha obtenido ninguna gubernatura, sus candidatos también gastaron a manos llenas en sus intentos por ganar.

Cuando vemos estos datos de gastos exorbitantes en tiempos de campaña, es imposible dejar de observar lo que a nuestro alrededor tenemos en la presente contienda presidencial, sobre todo cuando en la puja hay un candidato que una y otra vez presume haber recorrido el país en más de una ocasión y visitado sus cerca de dos mil 500 municipios hasta tres veces. ¿De dónde sale tanto dinero?, es la pregunta.

La respuesta es imaginable, pero para no caer en conjeturas, "Dinero Bajo la Mesa" da en el clavo al reportar que ese dinero ilícito proviene de tres principales fuentes: desvío de recursos públicos; donaciones privadas ilegales y del crimen organizado.

Y cuando vemos que en esos resultados se presume que a las campañas políticas han llegado dineros de grupos delincuenciales, debemos recordar a personajes que han estado en las boletas electorales y hoy purgan penas carcelarias por su pasado delictivo, tal es el caso de José Luis Abarca, en Iguala, Guerrero. Y en la actual carrera presidencial también se infiere financiamientos ilícitos provenientes de la bolsa del dirigente sindical de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia, o tal vez de criminales a los que les prometieron amnistía.

En su momento, Santiago Nieto Castillo no hizo nada para denunciar esas irregularidades, aunque se duda que en su gestión las haya desconocido, de ahí que no estaría mal que la FEPADE, PGR, INE, Función Pública y todos los que tengan que ver en el seguimiento y transparencia de recursos destinados a partidos políticos y campañas electorales, se compren una lupa, una pipa y un gorro al estilo del célebre investigador Sherlock Holmes, personaje de las novelas de sir Arthur Conan Doyle, para que investiguen a fondo lo que ya descubrieron Integralia y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, en el entendido de que aquí no se está hablando de una ficción sino de una realidad.

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