Desde San Lázaro

Sin cargo, Sheinbaum es otra

Claudia Sheinbaum no solo no crece en las encuestas, sino que ha perdido por lo menos cinco puntos en el último mes, mismos que se suman a las otras ‘corcholatas’.

Ya sin el cargo y las canonjías que otorga ser jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum camina en un laberinto en donde no encuentra la salida que la perfile a ganarle la candidatura a Marcelo Ebrard.

A pesar de que cada vez son más el número de asesores en imagen, marketing y comunicación social, la exjefa delegacional de Tlalpan no solo no crece en las encuestas, sino que ha perdido por lo menos 5 puntos porcentuales en el último mes, mismos que se suman a las otras corcholatas.

De acuerdo con la encuesta de El Financiero del día de ayer, Xóchitl Gálvez se acerca a 10 puntos porcentuales de Sheinbaum, mientras que con Marcelo Ebrard, la diferencia se amplia, es decir, es más competitivo el “carnal” que la favorita de Palacio Nacional.

Ya no tiene el arrastre público que cuando ostentaba su más reciente cargo público, incluso si tenía algunos atributos en la arenga, ya los perdió al convertirse en una mala réplica de su mentor.

Impedida para hacer propuestas y menos para denostar al actual régimen y con ello responder a las demandas ciudadanas que recoge durante sus recorridos, solo le queda replicar lo dicho en las mañaneras y atizarle a “los molinos que se encuentra el Quijote a su paso”.

El torcer la ley electoral para llevar a cabo las precampañas presidenciales, al final del día tendrá un costo para los suspirantes del oficialismo, quienes no pueden poner en riesgo sus aspiraciones con propuestas para solucionar los innumerables problemas por los que transita México y salvo Marcelo Ebrard, que presentó a la opinión pública su plan para utilizar las últimas tecnologías para revertir los índices delictivos que han crecido de manera exponencial, ninguna de las otras corcholatas ha propuesto nada.

Entonces, las seis semanas que faltan para la definición, mediante encuestas, del candidato presidencial de Morena y sus rémoras, padeceremos la misma cantaleta, el mismo sonsonete discurso y el hablar pausado para clonar al presidente, al tiempo de observar cómo escupen para arriba para atacarse entre ellos mismos.

La desesperación que se refleja en el rostro de la extitular del gobierno capitalino y en su talante autoritario a la hora de atender entrevistas con los medios de comunicación, trasmina al grupo de sus cercanos colaboradores y a sus aliados, que se ubican en el primer círculo de colaboradores del presidente, quienes despliegan sus baterías en contra de Marcelo Ebrard y de Adán Augusto López, incluso sin cuidar las formas y la confiabilidad de sus interlocutores.

Ante la irrupción de Xóchitl Gálvez en el firmamento de las estrellas políticas, Claudia debería tener mayor presencia positiva en el ánimo de los electores por encima de la hidalguense, en virtud de que lleva poco más de cinco años con todos los reflectores sobre su figura política, sin embargo, y para preocupación de ella y de Andrés Manuel López Obrador, ya alcanzó su pico y empieza a desplomarse, sin que nada ni nadie pueda detener esa caída.

Ello explica en gran parte, el furibundo ataque de López Obrador contra Xóchitl Gálvez.

La danza de los recursos públicos que tiene a su disposición el oficialismo para apoyar las campañas de sus corcholatas con un multimillonario gasto en espectaculares, bardas, redes sociales, brigadistas y todo tipo de publicidad itinerante, encuentra su máxima expresión en el gasto que se realiza en favor de Sheinbaum y que está a la vista de todos, menos de las autoridades electorales.

El INE de Guadalupe Taddei es cómplice de las flagrantes violaciones que hacen a las leyes electorales el jefe del Ejecutivo federal y sus corcholatas. Y ahora, hay que decirlo, también se ha sumado a esa lista el Frente Amplio por México, conformado por el PAN, PRI y PRD, aunque claro, con sus matices.

Si Marcelo Ebrard no sigue creciendo en las encuestas, porque Claudia ya no pudo, no habrá poder que frene la inercia ganadora de Xóchitl Gálvez y por ello López Obrador alista su plan B —que mencionamos en la colaboración de ayer—, que tiene que ver, incluso, con cancelar las elecciones federales del próximo año, ante la “beligerancia de la derecha radical por violentar el proceso electoral y poner en riesgo a las instituciones y la gobernabilidad”.

Para nadie es un secreto, existen notas periodísticas que dan cuenta de ello, que las actuales autoridades capitalinas tienen bajo su cobijo grupos de choque que se han infiltrado en varios mítines y manifestaciones, particularmente en las movilizaciones que han ocurrido para defender las causas de las mujeres.

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