Desde San Lázaro

‘Corcholata’ vs. candidato ciudadano

Habrá elección primaria, por primera vez en el país, para definir a un candidato ciudadano que buscará la presidencia de la República; es un avance formidable en defensa de la democracia.

Ante la pretensión de instaurar el obradorato, habrá una elección primaria, por primera vez en el país, para definir a un candidato ciudadano que buscará la presidencia de la República, lo que representa un avance formidable en defensa de la democracia y del orden constitucional, al tiempo de marcarle la ruta a los partidos políticos de oposición, quienes por intereses mezquinos intentan bloquear la posibilidad de elegir un candidato único que compita contra la corcholata del oficialismo, debido a que quieren que uno de los suyos, principalmente del PAN, aparezca en la boleta presidencial.

El proceso organizado por el Frente Cívico Nacional (FCN) se llevará a cabo el 27 de agosto y podrá participar cualquier ciudadano que se sienta con los méritos suficientes para abanderar a la oposición, incluso podrán hacerlo políticos, mientras no los nomine ninguna franquicia política.

La hoja de ruta llevará al vencedor a contender contra el abanderado que hayan nominado la alianza Va por México, conformada por el PAN, PRI y PRD, y de allí se desprenderá el candidato único de casi toda la oposición, ya que Movimiento Ciudadano tendrá uno propio.

En momentos en que el bloque partidista opositor estaba pasmado ante la beligerante actividad de López Obrador y sus corcholatas, el FCN da un paso al frente al anunciar la organización de la elección primaria mediante la instalación de 10 casillas en cada uno de los distritos electorales federales.

En breve se conocerán la convocatoria y las reglas para quienes aspiren alcanzar esta representación ciudadana y con esa camiseta irrumpir en la elección presidencial de 2024 con grandes posibilidades de ganar, más si el bloque oficialista se resquebraja por la inequidad en la contienda al tener los dados cargados en favor de alguna suspirante.

Así es, el presidente López Obrador pretende llevar a buen puerto el destape de su corcholata mediante la aplicación de encuestas que determinen al ganador, empero, a pesar del acuerdo firmado por los precandidatos, gobernadores y hasta el propio mandatario federal, la bufalada en favor de Sheinbaum desborda cualquier intento de imparcialidad en el proceso de selección.

Desde luego, Marcelo Ebrard cuenta con el compromiso presidencial de que será a través de la encuesta, el método para ungir al elegido y por ello, con esa palabra empeñada adelantó su renuncia y no cesará en el empeño de ganarle a Claudia, asegurándose de que las casas encuestadoras que participarán ostenten un perfil profesional y de probada experiencia, al tiempo de incidir en el diseño del cuestionario que, incluso, podría solo contener una pregunta, además de abrir el proceso a toda la ciudadanía.

Ahora sí, como dicen en el boxeo, “hay tiro” y eso se debe a que están perfectamente definidos los rivales que se enfrentarán en una primera instancia en sus procesos internos para luego registrar su nombre en la boleta presidencial.

Por el lado de las corcholatas, hay que anotar a Marcelo Ebrard vs. Claudia Sheinbaum; y por los opositores, al vencedor de las primarias organizadas por el FCN y al abanderado de la alianza Va por México.

En contra de todos los ordenamientos electorales y constitucionales que prohíben llevar a cabo actos anticipados de campaña, López Obrador mandó a la lucha fratricida a sus corcholatas desde hace más de un año, sin importar la violación fragante a las leyes y menos poner en riesgo la unidad partidista de Morena.

Vivimos tiempos de polarización, alentada todos los días desde Palacio Nacional, tanto entre los mexicanos como en el seno de los partidos políticos, principalmente en Morena, en donde el canibalismo está desatado, principalmente entre las huestes de Claudia, que le tiran a todo lo que lleva la marca de Adán Augusto López o de Marcelo Ebrard.

El riesgo de ruptura en el partido oficial es muy alto y solo los ilusos o los muy optimistas descartan este escenario, sobre todo luego de observar el agandalle de los grupos radicales ubicados en el primer círculo de colaboradores del presidente y algunos miembros de su familia al tratar de imponer a la jefa del Gobierno capitalino como candidata presidencial.

En la cancha de la oposición, si bien es cierto que también están dándose hasta con la cubeta, la realidad es que, si no ocurre algo sorprendente, tendrán un candidato único avalado por los panistas, tricolores y amarillos para contender contra el candidato ciudadano.

Nombres como el de Lilly Téllez, Germán Martínez, Santiago Creel, Mauricio Vila, José Ángel Gurría, Margarita Zavala o Enrique de la Madrid, suenan con más fuerza para enfrentar a la corcholata de AMLO.

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