Desde San Lázaro

AMLO impulsa a Córdova a la boleta presidencial (2)

En momentos en que la alianza opositora padece el síndrome de la tortuga, surge otro nombre que se encuentra a la par de los que ya están entre esa lista: Lorenzo Córdova.

Fue el propio presidente de México quien impulsó la nutrida participación de la sociedad civil en la mega marcha del 13 de noviembre del año pasado y la multitudinaria concentración en el Zócalo capitalino y en 120 ciudades más, el pasado 26 de febrero de este año, al etiquetar a los marchistas como conservadores, fifís, defensores de García Luna, corruptos y toda clase de adjetivos, que lo único que provocaron fue llevar a sus opositores a las plazas públicas.

Lo mismo ha ocurrido con sus diatribas contra Lorenzo Córdova. El furibundo ataque que ha emprendido el presidente López Obrador contra el INE y la democracia, le abrió un inmejorable espacio al exconsejero presidente del INE y al exconsejero Ciro Murayama, para asumir la postura como defensores del régimen democrático y de este organismo electoral en cuanto a su autonomía e independencia, por lo que de inmediato saltaron a la palestra política, sobre todo Lorenzo Córdova.

En momentos que los partidos políticos padecen el síndrome de la tortuga, en cuanto a la definición de las reglas para elegir al hombre o mujer que los representará en la elección presidencial, surge otro nombre que se encuentra a la par de los que ya están entre esa lista que se mencionan en los corrillos políticos y ese es precisamente el del exconsejero presidente del organismo electoral.

Hemos escrito en otras colaboraciones que el Instituto Nacional Electoral vivirá su prueba de fuego en los comicios que se llevarán a cabo en el Estado de México y Coahuila y por supuesto en las elecciones de 2024, y no porque no tenga la capacidad de estructura para organizarlos, sino por la nueva integración del Consejo General con una consejera presidenta que es una incondicional de AMLO y con esa etiqueta guiará sus decisiones, como adelgazar la estructura operativa del organismo que preside, y de los institutos electorales estatales o, peor aún, asumir el papel de árbitro parcial a favor de la 4T.

No dude, estimado lector, que Córdova se dedicará además de escribir sus memorias y dar clases, a permanecer en el candelabro político en defensa del INE y en contra del absolutismo presidencial que pretende todos los días mellar a la incipiente democracia mexicana.

“Sin querer queriendo”, el exconsejero se ha convertido, por obra y gracia del presidente López Obrador, en otro suspirante a la presidencia de la República y ello de suyo, es un acicate a otros personajes que ya están en esa lista como, verbigracia, José Ángel Gurría, Lilly Téllez, Luis Donaldo Colosio Riojas, Gustavo de Hoyos, Mauricio Vila y Mauricio Kuri.

En esa retahíla de suspirantes también hay que apuntar a Claudia Ruiz Massieu, Enrique de la Madrid, Enrique Alfaro y hasta Samuel García, ya que soñar no empobrece.

Desde luego, se seguirán anotando otros, hasta que algún día, cuando ya sea demasiado tarde, el bloque opositor defina las reglas para definir a quien los representará en la boleta presidencial en 2024.

Mientras que del lado del oficialismo se vive una cruenta lucha fratricida entre las tres corcholatas: Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum, personajes que carecen del bagaje político suficiente, a excepción del canciller, para buscar la presidencia sin el halo protector de AMLO; en tanto, en el frente opositor se tiene gente de probada experiencia y sobre todo de comprobados resultados que han dado por su paso en la administración pública, y sin embargo, a estas alturas, todavía no pueden enfilarse hacia las precandidaturas por el letargo que padecen las dirigencias nacionales del PAN, PRD y PRI.

Más allá de ese perfil profesional y político, se requiere el carisma suficiente para jalar multitudes y digan lo que digan, ni Claudita ni Adán Augusto lo tienen, empero, por obra y gracia de AMLO están colocados en los cuernos de la luna, aunque llegado el momento cualquiera de los dos se desinflará.

En cambio, en la oposición sí hay personajes que pueden mover a las masas y entre ellos, se ha ubicado, gracias a López Obrador, el exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, quien tuvo los tamaños para enfrentarse al absolutismo presidencial.

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