Directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa

En sus marcas, listos…

Las tasas en EU y México serán menores en el 2024, eso es una realidad. El panorama no está exento de riesgos y el proceso desinflacionario no ha realizado suficiente progreso.

Se llevaron a cabo las últimas reuniones de política monetaria de la Reserva Federal y del Banco de México. Ambas sin sorpresas, pero con elementos relevantes que definirán el rumbo de la política monetaria. Los dos organismos están señalando explícitamente que están listos para comenzar a recortar las tasas de referencia.

Como era ampliamente anticipado, la Fed mantuvo la tasa de fondos federales sin cambios, además publicó la gráfica de puntos y nuevas estimaciones sobre la economía y la inflación. Vale la pena destacar que el tono del comunicado y las nuevas estimaciones de las tasas muestran un tono bastante dovish. A través de la gráfica de puntos, la Reserva Federal ha señalado que ha alcanzado la tasa terminal, y el grueso de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto estima que la tasa finalizará el 2024 en 4.6 por ciento, implicando un recorte de 75 puntos base, mayor en 50 puntos base que el último comunicado, dando suficiente evidencia que están dispuestos a comenzar los recortes de manera más agresiva. Pareciera que se está logrando lo mejor de los dos mundos, controlar la inflación sin sacrificar el crecimiento económico. Por ello la narrativa de la Fed y sus estimaciones, abonan hacia un aterrizaje suave. Sin embargo, el panorama no está exento de riesgos, ante un elevado déficit fiscal, un mercado laboral estrecho y un progreso muy lento en el proceso desinflacionario.

En el caso del banco central de México, desde hace un par de comunicados han sido sumamente vocales en señalar que pudieran estar dispuestos a recortar la tasa de referencia en el primer trimestre del año. Parece que, aunque será una votación dividida, habrá suficiente consenso para recortar la tasa, no obstante, vale la pena destacar que no será el inicio de un ciclo acomodaticio ni que los recortes serán consecutivos. Veamos por qué. Al igual que en Estados Unidos, la inflación ha marcado una clara trayectoria de baja, sin embargo, los avances son muy moderados. El proceso desinflacionario al ritmo que se ha observado en las últimas lecturas, no ha realizado suficiente progreso, por lo que al margen de recortar porque se requieren condiciones más holgadas ante una trayectoria más benigna en el proceso de formación de precios, las menores tasas se darán como resultado de una disminución continua y gradual de las expectativas de inflación, de tal manera que le permita al banco central mantener la tasa de interés real ex ante en sus niveles actuales.

En México pareciera haber suficientes riesgos en el panorama, por lo que luce complicado incorporar un importante ciclo de recortes. Al igual que señala el banco central, las presiones en salarios son considerables; de hecho, el grueso de las empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores han señalado puntualmente un incremento en los costos laborales en los últimos 9 meses, más aun las que son intensivas en capital humano. Los incrementos en los salarios en un mercado laboral estrecho pueden derivarse en presiones adicionales para los precios. De acuerdo con el último dato de inflación, los servicios se mantienen en un nivel elevado. Esto señala suficiente evidencia de una inflación más estructural, así como presiones en la demanda agregada. Por otro lado, con respecto a la brecha de producto, el propio organismo ha señalado que liga varios trimestres en terreno positivo, por lo que las presiones hacia adelante no serán cuestión menor. Adicionalmente, el gasto público propuesto para el 2024 sin duda añade una situación más compleja para el proceso desinflacionario, en especial en el primer trimestre del año, ya que dada la veda electoral se adelantarán los programas sociales.

Las tasas en Estados Unidos y México serán menores en el 2024, eso es una realidad. Sin embargo, me parece que los bancos centrales están tomando riesgos importantes al señalar que están listos para realizar un cambio en la dirección de la política monetaria. No es tiempo aún de incorporar un ciclo acomodaticio, pero ante la narrativa de los bancos centrales, los mercados bursátiles ya comenzaron a facturar.

La autora es directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa

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