Hemos entrado oficialmente a la década 5G. El despliegue de esta red de última generación, que representará el 50 por ciento de todas las suscripciones móviles para 20271, ya ha comenzado en México.
5G es una tecnología dominante en otros países del mundo, en donde les brinda a los usuarios una mayor velocidad de navegación, mínimo retardo para establecer una conexión y mayor cantidad de usuarios (y cosas) conectados. Todos estos beneficios están haciendo posibles tecnologías que antes solo vivían en nuestra imaginación: inteligencia artificial, realidad virtual, realidad aumentada, vehículos autónomos, telemedicina… y un enorme etcétera.
Con 5G, podremos ver una acelerada adopción de sus capacidades para transformar negocios, desde ambulancias conectadas que dan información del paciente en tiempo real al hospital de destino, pasando por la explosión de cosas conectadas y redes privadas virtuales que permiten la gestión remota de plantas de producción.
Por eso estamos convencidos de que para traer a México todo el potencial de la tecnología, necesitamos crear las condiciones adecuadas para desarrollar las soluciones que los habiliten a través de un ecosistema construido a partir de las necesidades de usuarios e industrias.
En ese sentido, será primordial acelerar el desarrollo de un ecosistema 5G que permita aprovechar la transformación digital que impuso la pandemia y el potencial de todas las nuevas tecnologías para multiplicar las oportunidades. Requerimos de un ecosistema 5G comprometido con la innovación con propósito, que acerque beneficios a la mayor parte de la población y contribuya a la recuperación económica de México.
Espacios como el nuevo Laboratorio de Innovación 5G de AT&T México, serán esenciales para impulsar el trabajo de desarrolladores y emprendedores, mientras sucede el despliegue de la red y se conectan a cada vez más mexicanos. Además, lo anterior permitirá que el ecosistema del que hablo cuente con elementos que se interrelacionen dinámicamente a través de la competencia y la colaboración, los cuales podrán acelerar ideas, talento y capital, así como impulsar el potencial de México para desarrollar tecnología que impacte a mercados emergentes.
En Estados Unidos, donde AT&T es líder de 5G, se ha comprobado que la aceleración del ecosistema 5G nos permitirá llevar la conexión entre usuarios y dispositivos al siguiente nivel. No solo habilitará un amplio abanico de ventajas competitivas para las empresas que se sumen a esta tendencia tecnológica, sino que impulsará el cierre de brechas en sectores esenciales para la sociedad como lo son salud, educación y banca.
Recordemos que las tecnologías digitales, internet y el uso de los teléfonos móviles son piezas clave para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 20302 y eso convierte al ecosistema 5G en un importante catalizador de innovación y desarrollo para los siguientes años, tal como sucedió en su momento con transiciones móviles anteriores.
5G representa una inversión a largo plazo y, habiendo dado el primer paso hacia la construcción y aceleración del ecosistema 5G en el país, nos queda seguir caminando para que cada vez más empresas, usuarios y operadores, se unan a cambiar el juego.
El futuro está aquí. El futuro empieza hoy.