Opinión

Que los datos personales estén protegidos en las elecciones

El 4 de abril iniciaron campañas para las elecciones del próximo 6 de junio, donde se tratarán los datos personales de 92.4 millones de electores que elegirán a quienes ocuparán más de 21 mil cargos de elección popular.

El 4 de abril iniciaron campañas para las elecciones del próximo 6 de junio, donde se tratarán los datos personales de 92.4 millones de electores que elegirán a quienes ocuparán más de 21 mil cargos de elección popular (a nivel federal, 300 diputaciones de mayoría relativa y 200 de representación proporcional, así como 15 gubernaturas, 30 congresos locales, además de ayuntamientos, regidurías, sindicaturas y juntas municipales).

Ante esto, el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene un reto enorme, pero también instituciones como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI): debemos trabajar desde nuestra esfera de acción y, sobre todo, fomentar colaboración en los diferentes niveles. Ejemplo de ello son los convenios que se han firmado para proteger los datos personales en estas elecciones en Guanajuato y Zacatecas donde representantes de los partidos políticos, los institutos estatales electorales y organismos locales de transparencia se comprometieron a trabajar de la mano para respetarlos.

Entre los retos para legitimar las elecciones está el garantizar la protección de los datos de millones de personas, para conservar la confianza de la población mexicana y la comunidad internacional en los comicios, lo cual da certeza a los actores políticos de que existen condiciones de equidad en la contienda electoral y fortalece, en suma, el orden democrático. Ante tal complejidad, la autonomía de los organismos autónomos y sus homólogos estatales es crucial para proteger efectivamente los datos personales frente a los actores políticos involucrados en la contienda electoral, así como para facilitar la necesaria coordinación y cooperación entre ellos.

Todas las instituciones debemos asumir los retos que tenemos. Resulta necesario que también analicemos y recordemos las obligaciones en la protección de los datos durante los procesos electorales; el cumplimiento de la ley electoral y la de protección de datos personales, las cuales deben ir en perfecta armonía; contar con avisos de privacidad por cada tratamiento de datos personales que lleven a cabo y ponerlo a disposición del particular; tratar los datos estrictamente necesarios, sobre todo si se trata de datos sensibles; mantener los datos personales actualizados; suprimir aquellos datos personales que han agotado las finalidades para las cuales fueron recabados; garantizar la confidencialidad de los datos personales e implementar medidas de seguridad de carácter físico, técnico y administrativo.

Otro aspecto para considerar es que la democracia está cada vez más mediada por la tecnología. En cada fase de las elecciones, los datos personales son recopilados, almacenados, transferidos y analizados a través de bases de datos, redes sociodigitales y aplicaciones digitales. La tecnología permite automatizar y agilizar procesos, pero hay humanos detrás de ellas. Existe un riesgo de que las intenciones e intereses de algunas personas no sean honestas y busquen deliberadamente la vulneración de datos personales.

Además, la pandemia provocada por el Covid-19 llevó a las campañas políticas a los escenarios virtuales. La tecnopolítica se fortaleció en este tiempo, pero también evidenció la necesidad de revisar y fortalecer las bases que regulan la libertad de expresión en redes socio digitales y la neutralidad de Internet a este respecto, incluso se suman nuevos actores como las empresas que controlan las redes sociales o que poseen servicios de publicidad digital.

En el INAI estamos abiertos y fomentaremos la colaboración con diversas instituciones, para trabajar en beneficio de la protección de datos de las y los mexicanos. Debemos aprovechar la experiencia y herramientas creadas para que, con trabajo en equipo y desde nuestras esferas de acción, logremos dar legitimidad a este proceso electoral.

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