José Emilio Caballero

José Caballero: Mejor que nos comparen con Italia

Enel, que alguna vez fue la “CFE Italiana”, ahora es la segunda empresa eléctrica más grande del mundo.

Constantemente al tratar de justificar la contrarreforma se menciona que, de no aprobarse, nos podría pasar lo de España, mencionando altas tarifas. Pero la comparación debería ser con Italia, que dio apertura a su mercado eléctrico hace más de 20 años. Enel, que alguna vez fue la “CFE Italiana” ahora es la segunda empresa eléctrica más grande del mundo y el estado italiano sigue siendo el principal accionista, con el 24 por ciento. Hoy opera en muchos países y le apuesta fuertemente a la energía renovable.

Después de un mes, en el cual a diario se publicaron razones y argumentos del impacto que tendrá la contrarreforma propuesta en caso de aprobarse, llegó una buena noticia. Hace unos días se anunció que esta decisión se aplaza para abril del 2022. Es buena noticia porque no se aprobó en fast track como otras iniciativas, pero el daño está hecho y no es una garantía que no se vaya a aprobar en el futuro. La incertidumbre se mantiene y la importancia que tiene la energía en la economía y desarrollo del país hace que las inversiones en esta industria y muchas más se queden en hold. ¿Para que invertir en un país en donde las reglas cambian?

El aviso de que se aplaza llegó justamente después de la visita del Embajador de EE.UU., Ken Salazar, a Palacio Nacional para platicar de “serias preocupaciones” del país vecino. Los medios atribuyeron el aplazamiento a esta visita, inclusive en EE.UU., se publicó por Barrons: “Mexico Delays Energy Reforms After US Voices Concerns”. ¿Será cierto? ¿Fue coincidencia o sí se tuvo que doblar las manos ante EE.UU. por un ultimátum? ¿Cuál fue la razón o como se le tuvo que convencer al gobierno que iba por el camino equivocado? ¿Será que tiene que ver más con decisiones políticas de negociaciones internas entre partidos? Tendremos que esperar unos meses para saber cómo se desencadena esta novela. Una novela que lejos de mejorar el desarrollo del país, lo tiene estancado y mal visto a nivel mundial, demostrando que en México no nos importa lo que se llegue a proponer en foros mundiales como el último de Glasgow. En México nos interesa más tratar de rescatar una industria perdida y seguir contaminando; que el resto de países haga su esfuerzo para cuidar el planeta. Acá nosotros le seguiremos apostando a los combustibles fósiles.

No tengo espacio para enlistar todo lo que afectará al país si se aprueba esta contrarreforma. Hay temas tan delicados, desde la caída en inversión privada, hasta el impacto económico y ambiental en cada familia. Esta discusión tiene polarizada a la población y clase política entre los que promueven ciegamente la 4T y los que piensan que hay diferentes vías para el progreso. Coincido con columnistas como Sergio Sarmiento que menciona un “Suicidio Energético”, que nos pone en vías ser un Venezuela. Y aunque hay cientos de columnas en los medios en contra de esta iniciativa, lo preocupante es que no se ha logrado un frente común. Las cámaras empresariales salieron dando razones por estar en contra, pero no hubo una iniciativa que pueda tener el alcance de ser escuchada ampliamente por toda la población. En esto, Jorge Suarez-Vélez tiene toda la razón al mencionar en su columna de: “Y las cúpulas”, que el silencio de las cúpulas empresariales sobre la “Reforma Bartlett” es estridente. No se ha podido homologar un mensaje para contrarrestar el: “Un Oxxo paga de luz tres veces menos que lo que paga una tienda de abarrotes”.

El coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier, está invitando a directivos de empresas generadoras de energía acudir al Parlamento Abierto, comparando como cuando Zuckerberg lo ha hecho en el Senado de EEUU. Sería bueno que se invitara también a los más afectados: los consumidores finales. Se podría hacerlo por medio de las cámaras empresariales y consejos ciudadanos, para que puedan exponer todo lo que afectaría.

Ante la falta de un frente común, pero con la disposición o al menos el tiempo para análisis y debate, sugiero que los opositores a esta iniciativa traigan a la mesa la comparación con Italia. En las mañaneras se ha mencionado que es necesario consolidar a la CFE para no estar como en España, “donde las tarifas están por las nubes”. Hace unas semanas la Consar (Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro), puso un tope a las comisiones que podrán cobrar las Afores a partir del 2022, basándose en lo que se cobra en EEUU, Chile y Colombia. Así como la Consar; ¿por qué no mejor basarnos en casos exitosos de mercados eléctricos en otros países?

Enel (Ente nazionale per l’energia elettrica), que alguna vez fue la “CFE Italiana”, ahora es la segunda empresa eléctrica más grande del mundo y el estado italiano sigue siendo el principal accionista, con el 24 por ciento. Hoy opera en muchos países y le apuesta fuertemente a la energía renovable; desde el 2004 está dentro del Dow Jones Sustainability Index. Italia tuvo su proceso de liberalización de mercado eléctrico entre el 1990 y 2000. México empezó su proceso más tarde. ¡Pero ya iba por buen camino!

José Caballero

José Caballero

Empresario e Inversionista. Socio Fundador de Solardec. Ingeniero del Tec, MBA de Kellogg y Especialista en Administración de Energía por el EGADE. Apasionado de la sustentabilidad, tecnología y lectura.

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