A horas de que comience el V Pleno Extraordinario del Consejo Nacional del PRD donde se elegirán a los integrantes de los órganos dirigentes del sol azteca, hay posiciones encontradas respecto a la continuidad o no de Carlos Navarrete en la dirigencia nacional.
Mientras Nueva Izquierda (NI) se opone a la salida del actual Presidente Nacional, quien ya puso su cargo disposición del Consejo, a Izquierda Democrática Nacional (IDN) que dirige René Bejarano le urge que Navarrete se vaya para elegir a un dirigente que tenga la capacidad de unificar a toda la izquierda electoral, entre ellas a Morena de Andrés Manuel López Obrador.
El Consejero y miembro de NI, Eloí Vázquez, consideró que quien dirija al PRD, "debe provenir de un equipo experimentado que esté en condiciones de competir con el equipo experimentado que se perfila en el PRI, con Manlio Fabio Beltrones al frente".
Sin embargo, a Izquierda Democrática Nacional (IDN) ya le urge que se vaya Carlos Navarrete, actual presidente nacional del PRD, para dar paso a un proceso de renovación de frente a las elecciones del 2016 y más allá, en el 2018 y cuyo perfil genere consenso para unificar a la izquierda electoral, entre ellas a Morena de Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con El Financiero, el miembro de la corriente que lidera René Bejarano, Alejandro Sánchez Camacho, consideró que "Esta necesidad obedece a que haya tiempo suficiente para que el partido se prepara al proceso electoral del 2016, pero sobre todo del 2018, pero cualquier tiempo que pase más empieza a ser cuenta regresiva, es un necesidad político electoral que se vaya".
Indicó que es urgente dar un mensaje a la militancia del partido, pero sobre todo a la población de que el PRD se va a transformar profundamente y la primer medida es que haya una renovación de la Dirección Nacional, no estamos halando de la Presidencia y la secretaría general, sino de todos los órganos de dirección del partido a nivel nacional.
De allí, mencionó, debemos pasar a una segunda etapa que consistirá en construir un órgano de dirección de consenso entre todas las partes, sin la prevalencia de una sola corriente, como sucede ahora. Éste órgano sería el que definiría los nombres, las personas que dirijan al partido, eso será en una etapa posterior a la primera etapa que es que se acepte la renovación de la dirección nacional.
Sánchez Camacho, consideró que el perfil del nuevo dirigente deberá responder a generar confianza, tendrá que ser un polo de atracción de toda la izquierda electoral, entre ellas Morena de López Obrador y además de los movimientos sociales.