Medio millar de migrantes, la mayoría provenientes de El Salvador, cruzó la mañana de este miércoles el río Suchiate, para intentar recorrer México para llegar a la frontera con Estados Unidos. La caravana apenas avanzó unos kilómetros cuando fue interceptada por policías federales y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
Al igual que el grupo que el 9 de noviembre intentó avanzar, enfrentó los operativos de detención del gobierno mexicano.
La primera caravana partió el 16 de octubre de San Pedro Sula en Honduras y actualmente están en Tijuana, tramitando su asilo a Estados Unidos.
Para entrar a México, pernoctaron en la plaza central de Ayutla, comunidad fronteriza ubicada en Guatemala. Al amanecer, empezaron a cruzar uno a uno el río Suchiate, en balsa o a nado, a fin de evitar atravesar por el puente Talismán, que permanece custodiado por policías federales y agentes del INM.
El grupo, en el que iban 8 menores de edad y algunas mujeres, avanzó por la carretera Panamericana. A la altura del municipio Metapa de Domínguez, fueron interceptados por unos 200 policías federales y agentes del INM.
Los migrantes respondieron con consignas como "¡No somos delincuentes, somos humanos buscando un mejor destino!" y trataron de impedir su detención.
Sin embargo, fueron obligados a subir a autobuses y camionetas para trasladarlos a la Estación Migratoria Siglo XXI. En el lugar se encontraban observadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
Autoridades mexicanas comentaron que los migrantes tiene la opción de solicitar refugio en México.