LA HABANA.- En un intento de anticiparse a la llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca, el 20 de enero próximo, Cuba y Estados Unidos definieron ayer en La Habana la próxima firma de varios acuerdos bilaterales y otros pasos a dar para mejorar las relaciones bilaterales.
Los dos gobiernos acordaron organizar "nuevas visitas de alto nivel", "avanzar en la negociación y eventual suscripción de varios acuerdos de cooperación"; y propiciar "las reuniones de los grupos de trabajo sobre temas regulatorios, energía, comercio e inversiones y propiedad intelectual".
Asimismo se felicitaron por los avances registrados hasta ahora, como "la adopción de un nuevo acuerdo en materia de salud, específicamente para la colaboración en el área del control del cáncer; y la reanudación de los vuelos regulares de Estados Unidos a La Habana".
"Cuba esperaría que el nuevo gobierno de Estados Unidos tenga en cuenta estos resultados que hemos alcanzado" y está dispuesta a continuar avanzando "sobre bases de respeto", dijo Josefina Vidal, directora de Estados Unidos de la cancillería y quien encabezó la delegación de la isla.
Este quinto intercambio de la Comisión Bilateral, el último en el mandato de Obama, se realizó poco después de que el asesor de seguridad nacional del mandatario estadounidense, Ben Rhodes, se reuniera discretamente en la isla con altos cargos cubanos.
Coincidiendo con la visita de Rhodes a La Habana, el 29 de noviembre, medios de ese país informaron que "importantes empresas", entre ellas Google y General Electric, "estaban a punto de cerrar acuerdos" con los cubanos.
El presidente electo de Estados Unidos ha dicho que revisará los convenios suscritos en estos dos años por los dos países y dará mayor protagonismo al exilio anticastrista en la toma de decisiones sobre la isla.
La delegación estadounidense estuvo encabeza en esta ronda por Mari Carmen Aponte, secretaria adjunta para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.La vida. En la capital cubana.