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El presidente Andrés Manuel López Obrador recordó la historia sobre la silla presidencial “embrujada”, a la cual decidió hacerle una “limpia” hace unos años.
En la entrevista que otorgó a la periodista rusa Inna Afinogenova, López Obrador contó sobre por qué se decía que la silla presidencial que está en Palacio Nacional estaba embrujada.
De acuerdo con el relato, los revolucionarios Francisco Villa y Emiliano Zapata llegaron a Palacio Nacional en diciembre de 1914, cuando tomaron la capital. Ese día, en un hecho histórico, Villa se sentó en la silla presidencial. Se dice que Zapata no quiso y se reusó a usar ese asiento.
“Es un hecho histórico bellísimo. Es un momento estelar en la historia de México. Entonces, (Villa y Zapata) se tienen que sentar en la silla, porque en el imaginario colectivo, en México y yo creo que en otras partes, la silla es el poder (...). Y cuando están Zapata y Villa, y están los revolucionarios, Zapata no quiso sentarse en la silla, porque sostuvo que estaba embrujada la silla. Villa sí se sentó”, recordó AMLO.
López Obrador explicó que mandó a hacerle “una limpia” a la silla. Y recordó que él se considera una persona mística y cree que no todo está relacionado con “lo racional”.
Luego de que Afinogenova le preguntara si él se sentó en esa “silla embrujada”, le explicó que no, porque el objeto real se encuentra ahora como parte de la exposición en la ‘Intendencia de la Traición’, un espacio que fue abierto en Palacio. Esta es una sala con objetos, documentos, fotografías y pinturas que forman parte del memorial dedicado a Francisco I. Madero.
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¿Qué es una “limpia” y por qué AMLO mandó a hacerle una a la silla?
En una conferencia matutina en 2020, AMLO había ya contado la anécdota de Zapata y Villa y apuntó: “Yo no sé si (la silla) estaba embrujada o no, pero antes de que yo llegara la mandé a limpiar”.
Una “limpia” es un procedimiento simbóliico, mediante el cual se practican ritos de curación. De acuerdo con el diccionario de Medicina Tradicional Mexicana, “las limpias tienen el propósito de quitar la suciedad, las impurezas, ‘del mal’ que es generado una enfermedad”.
Es una práctica que proviene de la tradición mazateca y es considerada como medicina preventiva; las limpias también “curan” algunos síndromes considerados culturales, como el “mal del ojo”, el mal aire y el susto.
Por lo general, para realizar una “limpia” se utilizan elementos como plantas de olor, como la albahaca, la ruda, el sauco, las flores rojas y otras. Para algunos males se utiliza un huevo completo que es pasado por el cuerpo y que este “absorba”. También hay limpias sahumadas, con copal.