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Jerarcas de la iglesia y candidatos a la Santa Sede


 
Agencias

 
Peter Turkson

Jefe del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz desde su nombramiento en 2009 por Benedicto XVI, este cardenal ghanés, hijo de una fiel metodista y de un católico, favorito entre los apostadores en Irlanda y Gran Bretaña, negoció discretamente una salida al conflicto civil en Costa de Marfil en 2011; ese año también se pronunció por el establecimiento de una 'autoridad pública global' y de un 'banco mundial central', luego de criticar la 'idolatría del mercado' y el 'pensamiento neoliberal'. En 2012 el exobispo de Ciudad del Cabo, Suráfrica, desató cierta polémica, al presentar en YouTube, durante un encuentro mundial de obispos, un video titulado Demografía musulmana, que aborda el crecimiento de la población islámica en África.
 
Gianfranco Ravasi
 
Ministro de Cultura del Vaticano de 70 años, este prelado, promovido a la categoría de papabili por quienes desean un regreso a la tradición de los pontífices italianos, es un erudito que gusta de escuchar a Amy Winehouse y que podría dar el toque de modernidad que requiere la iglesia. Impulsó la iniciativa 'jardín de los gentiles' para mejorar el diálogo con los no creyentes a través del lazo común de la cultura y ha subrayado que 'la mitad de mis amigos son no creyentes'. Ravasi escribe frecuentemente artículos de primera plana en la prensa italiana y es invitado a los talk shows de la cadena del expremier derechista Silvio Berlusconi, pero carece de una trayectoria sólida en el campo pastoral.
 
Andrés Rodríguez Maradiaga
 
Para sus seguidores, el arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, recupera lo mejor del activismo social del clero, con su defensa de los derechos humanos; para sus criticos, Rodríguez Maradiaga simpatizó con el golpe de Estado de 2009 que derrocó al presidente Manuel Zelaya, además de sugerir que 'intereses judíos' alentaron la cobertura de los medios a los escándalos sexuales protagonizados por otros cardenales. Dirigió Caritas Internationalis, la mayor red de ayuda de la iglesia, pero fue acusado de trabajar con organismos que promueven el control natal. En 2005 se le mencionó como aspirante al Vaticano y ha manifestado que "por supuesto, llegará el día para un papa del sur, así como llegó para uno del este".
 
Timothy Dolan
 
De 63 años, el arzobispo de Nueva York bendijo en 2012 a las convenciones nacionales de los partidos Demócrata y Republicano como prueba de su influencia política en Estados Unidos, donde se opuso vigorosamente a la cobertura de control natal en el seguro de salud incluida en la reforma del presidente Barack Obama en dicho sector. Bromista y accesible, lo que le ha dado popularidad en su país, Dolan sin embargo sólo chapucea el italiano y el español, lo que se considera una desventaja para el perfil global del pontífice en el siglo XXI. Los cardenales más conservadores opinan que el trabajo de un papa norteamericano podría ser visto como una extensión del Departamento de Estado.

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