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¿Duermes o descansas? La clave está en un solo elemento

Al parecer todos queremos realizar muchas cosas y el sueño no nos los permite, ¿estás dispuesto a mejorar tu descanso para lograrlo?

Cortesía: Sognare

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¿Estás durmiendo o descansando? Aunque las palabras “dormir” y “descansar” suenan similares y a menudo se utilizan indistintamente para referirse al período de sueño, en realidad son conceptos distintos con objetivos diferentes. Es importante comprender la diferencia entre ellos para entender por qué algunas personas pueden llevar a cabo numerosas actividades durante el día sin experimentar somnolencia, mientras que otras se sienten agotadas.

El descanso se refiere a un momento del día en el que no hay actividad física, y no necesariamente implica estar dormido. Puedes descansar al recostarte en el sillón o en la cama mientras disfrutas de tu programa de televisión favorito o lees un libro. Durante este período de inactividad física, tu cuerpo reduce el ritmo cardíaco y experimentas una agradable sensación de descanso, que da paso a la etapa de relajación.

Cortesía: Sognare

En cambio, el sueño es el estado en el que todos estamos familiarizados. Aunque no seamos expertos en salud capaces de describir en detalle las fases del sueño, sabemos que es durante una de estas fases cuando experimentamos un sueño profundo y reparador.

Cuando buscamos garantizar un descanso saludable, la cama juega un papel fundamental. El colchón, la almohada, el cubre colchón e incluso la ropa de cama desempeñan un papel crucial para disfrutar de un sueño reparador. Los clientes buscan camas cómodas diseñadas específicamente para brindarles un descanso saludable. Estos elementos aseguran que puedas descansar sin experimentar microdespertares y te levantes sin dolores en la espalda, las articulaciones o los músculos. Además, cada vez más se valora el diseño del producto, ya que un colchón no debe ser simplemente funcional, sino también estéticamente atractivo.

Cortesía: Sognare

Al elegir el mejor colchón, es importante considerar tres factores: adaptabilidad, firmeza y transpirabilidad. La adaptabilidad se refiere a la capacidad del colchón para amoldarse al cuerpo y evitar puntos de presión que puedan causar interrupciones en la circulación sanguínea o dolores musculares. Por otro lado, la firmeza adecuada del colchón es fundamental para brindar un descanso cómodo y asegurar la durabilidad del producto. Además, los materiales del colchón deben ser transpirables para evitar la sudoración excesiva y permitir una correcta ventilación del cuerpo durante la noche, evitando así alergias o reacciones en la piel.

Si deseas mejorar tu colchón sin tener que comprar uno nuevo, tenemos una solución para ti. Puedes optar por elementos como el Cubre Colchón con Extra Confort de Sognare, que proporciona protección adicional y añade un nivel extra de comodidad. Este cubre colchón garantiza un descanso óptimo hasta por 100 noches y es especialmente importante para asegurar la durabilidad del colchón al evitar que las zonas más vulnerables estén expuestas y permitir una correcta transpiración, evitando así manchas amarillentas de transpiración.

Cortesía: Sognare

Para disfrutar de este extra de confort en tu cama y comenzar a descansar plenamente, te recomendamos añadir el colchón Sognare. Esta inversión te hará sentir como si todo tu colchón estuviera equipado con la almohada perfecta, brindándote una experiencia de descanso inigualable.