Esta semana la Oficina de Comercio de los Estados Unidos anunció los objetivos de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Si bien dentro de los objetivos principales se encuentra reducir el déficit comercial que tiene el vecino país, se menciona explícitamente que no se contempla la inclusión de tarifas, aranceles y cuotas. Además, se menciona la intención de incluir en el tratado a mercados mexicanos que antes eran regulados, como el sector telecomunicaciones, energético y de servicios financieros. Estas son buenas noticias para el peso.
Todavía falta mucho para el proceso de renegociación del TLCAN pero parece que los objetivos estadounidenses no dañarán al comercio nacional, esencialmente por la exclusión de medidas proteccionistas.
Además de ello, el interés en otros sectores nacionales atraerá mayores niveles de inversión. Lo anterior deberá apoyar a que el peso mexicano continúe ganando terreno.
En lo que va del año el peso mexicano se ha apreciado casi 16 por ciento, siendo una de las monedas de economías emergentes con mayor rendimiento.
La economía mexicana también deberá beneficiarse en el corto plazo.
Este año el sector manufacturero mexicano ha superado a las expectativas impulsado por el sólido crecimiento del sector industrial estadounidense. Las exportaciones manufactureras han crecido 8.7 por ciento anual de enero a mayo. La depreciación del dólar (que ha impulsado a las exportaciones estadounidenses) y un mejor entorno económico global, son los principales factores detrás del crecimiento de la industria de Estados Unidos. Recordemos que la gran mayoría de las exportaciones nacionales son bienes intermedios manufactureros que están muy ligados con la producción industrial estadounidense.
El comienzo de la renegociación del TLCAN deberá fortalecer las decisiones de inversión (al disiparse la incertidumbre) y continuar apoyando al crecimiento de la industria manufacturera nacional. Esto será muy importante para el Noreste del país que depende del sector industrial para su crecimiento.
Por otro lado, inmediatamente después de conocer los objetivos de la renegociación del TLCAN, la calificadora S&P revisó la perspectiva soberana de México de "negativa" a "estable". Argumentó tres factores para esta decisión: 1) los esfuerzos del gobierno federal para reducir la deuda, 2) una política monetaria responsable y 3) los objetivos de la renegociación del TLCAN donde explícitamente se excluyen medidas proteccionistas como tarifas y aranceles. Es decir, los riesgos de una degradación en la calificación crediticia de México son cada vez menores, lo que generará mayor confianza a los mercados e inversionistas.
Así, es probable que el peso comience a fortalecerse en el futuro próximo como resultado de la disipación de la incertidumbre sobre la postura de EUA sobre el TLCAN. No sólo eso, sino que la actividad económica (que ha superado a las expectativas hasta el momento) deberá beneficiarse por el incremento en la inversión (componente importante del crecimiento). Aun así, existen algunos riesgos a considerar para la moneda nacional, siendo el de mayor relevancia el relacionado con las próximas elecciones presidenciales.
El autor es el director general y fundador de GF GAMMA y catedrático en el ITESM campus Monterrey. Cuenta con un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera por la Universidad de Essex en el Reino Unido, y una Licenciatura en Economía por el ITESM (campus Monterrey).
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