Monterrey

Consolida eFactor Network fondeo internacional

La firma regia proyecta operar este año un volumen de 140 mil mdp con referencia en dólares y en euros.

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Víctor de la Cruz, director ejecutivo de instituciones financieras de eFactor Network.

Tras un 2025 con crecimiento moderado, eFactor Network, fintech mexicana especializada en factoraje financiero, se prepara para dar un salto con la entrada de un nuevo fondeador extranjero y el cierre de operaciones que reactivarían sus tasas históricas de expansión de dos dígitos.

“Este año, esperamos cerrar con alrededor de 140 mil millones de pesos (mdp) en volumen operado, lo que equivale a unos siete mil millones de dólares (mdd), considerando las tres monedas en que operamos: pesos, dólares y euros”, dijo Víctor de la Cruz, director ejecutivo de instituciones financieras de la firma.

En entrevista telefónica para El Financiero, durante la 19 Convención Nacional de la ASOFOM, Cruz detalló que la cifra representaría un avance del 7.7 por ciento frente a los 130 mil mdp de 2024, aunque la expectativa es que la nueva inversión impulse una recuperación hacia 2026.

eFactor Network opera con un portafolio diversificado en manufactura, comercio y servicios. Sin embargo, el sector automotriz concentra una parte clave de sus operaciones, reflejando el peso de esta industria dentro de las exportaciones mexicanas.

La compañía conecta a 200 corporativos compradores con más de 20 mil proveedores, de los cuales 97 por ciento son pequeñas y medianas empresas (pymes), una parte muy importante de éstas se ubican en Nuevo León (NL) y el norte del país.

El modelo consiste en adelantar el cobro de facturas de proveedores bajo un esquema de riesgo corporativo: el financiamiento está respaldado por grandes empresas con estados financieros sólidos y acceso a crédito en condiciones favorables.

“Históricamente nuestra cartera vencida ha sido de 0 por ciento, precisamente porque el riesgo se centra en corporativos nacionales e internacionales de primer nivel”, destacó De la Cruz.

Desde su fundación hace 16 años, eFactor Network se posicionó como pionera en factoraje 100 por ciento digital en México. Hoy opera como una fintech regulada de facto, al estar auditada desde sus inicios por firmas como Deloitte, KPMG y actualmente BDO, además de contar con calificaciones de Fitch y Verum.

“Nunca hemos tenido incidentes de ciberseguridad en la historia de la compañía y actualizamos permanentemente nuestros sistemas para blindar las operaciones”, afirmó el directivo.

La firma cuenta con financiamiento de 40 bancos nacionales e internacionales, entre ellos instituciones de Japón, Estados Unidos y América Latina. También participa el Banco Mundial dentro de su capital, lo que, según De la Cruz, convierte a eFactor en una entidad sometida a procesos de due diligence equivalentes a los de cualquier institución regulada.

El acceso a fondeo internacional es crítico en un contexto en que muchas grandes empresas en México pagan a 90 días o más a sus proveedores. Con el factoraje electrónico, las pymes acceden a liquidez inmediata a tasas competitivas, reduciendo su vulnerabilidad frente a la cadena de pagos.

La participación de eFactor en la Convención Nacional de la ASOFOM subraya el papel de las Sofomes como engranaje clave en el financiamiento a pymes mexicanas. Con más de 200 instituciones presentes, el encuentro es una plataforma de fondeo, calificación y servicios que, según De la Cruz, fortalece la competitividad del sector.

En cuanto al debate regulatorio y la propuesta de cambio de nombre para las Sofomes ENR (Entidades No Reguladas), el directivo señaló que firmas como eFactor ya cumplen con estándares equiparables a los de una entidad supervisada. “Contratar con bancos internacionales implica ser auditados y evaluados a fondo; operamos bajo la lupa de calificadoras y organismos multilaterales”.

De la Cruz anticipa que el último trimestre del año será el más dinámico, como suele ocurrir en la industria. El reto inmediato de eFactor es aprovechar el nuevo fondeo para reforzar su portafolio y mantener su papel como socio estratégico de las pymes mexicanas en un entorno donde el acceso a liquidez rápida se ha vuelto determinante para la competitividad.

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