Durante junio, el sector industrial de Nuevo León no solamente se mantuvo en zona de contracción, sino que aceleró esta tendencia que ha registrado durante los últimos meses, pues ocho de las nueve variables que incluye el análisis de la Caintra registraron un menor desempeño que en mayo, el cual de por sí ya era débil, y se mantuvieron en esta zona y solo una en expansión.
De las variables comprendidas en el reporte de Expectativas Económicas de la Manufactura en Junio 2025 elaborado por el organismo empresarial, solamente dos tuvieron un mejor desempeño que en mayo, aunque se mantuvieron en zona de contracción.
Estas variables fueron el de número de trabajadores que pasó de 46.82 puntos en mayo a 47.23 puntos en junio; el de exportaciones que pasó de 41.49 puntos a 43.62 unidades; y el de importaciones que de 43.23 puntos subió a 44.82 puntos.
Por el lado contrario, las seis variables restantes bajaron su desempeño respecto a mayo, destacando la de nuevos pedidos, que retrocedió 3.56 puntos a 40.69 unidades, así como el de volumen físico de la producción, que retrocedió 3.46 puntos a 41.83.
“Los dos primeros indicadores se encuentran en su nivel más bajo desde julio de 2020”, dijo la Caintra.
“Durante el mes de junio, la mayoría de los indicadores de la Encuesta de Expectativas Económicas de Caintra mostraron un retroceso respecto al mes anterior”, agregó el organismo.
Destacó que los indicadores de comercio exterior, así como el “número de trabajadores” fueron los únicos que presentaron avances, aunque manteniéndose en la zona de contracción.
Por el lado de los precios, el índice de “precios de sus productos” lleva una tendencia a la baja desde inicios del año, a tal grado que en junio se ubican en contracción con 49.75 puntos.
El índice de “precios de las materias primas” también se encuentra a la baja, pero aún lejano del umbral de expansión, dijo.
Respecto a los factores que obstaculizan el desempeño de las empresas, el “panorama político” se mantiene como principal obstáculo por siete meses consecutivos, aunque reduciendo su proporción de 50 a 36.4 por ciento, empatando con “una actividad económica débil”.
Les siguen “el entorno internacional adverso” y “una menor demanda externa”, al ser seleccionados por más del 33 por ciento de los encuestados.
Por último, el número de empresas que realizaron alguna inversión en maquinaria, equipo o construcción se redujo de manera considerable a 16 por ciento, siendo su mínimo nivel desde agosto de 2020.



