Poner al ser humano como centro de las decisiones que se tomen en una empresa puede y da resultados económicos que benefician tanto a los accionistas como a los empleados de una organización.
Así lo señaló Leopoldo Cedillo, CEO de Proeza, al participar en una sesión de ERIAC Capital Humano, organización que agrupa a ejecutivos en recursos humanos de empresas regiomontanas.
El directivo, quien habló sobre las organizaciones con sentido humano, expuso el caso de esta compañía regiomontana que tiene presencia en 8 países y da empleo a 14 mil personas.
“Las decisiones que haces como empresa, al final de cuentas tienen que tener un impacto positivo en las personas”, aseveró el directivo, al señalar que Proeza es una compañía humanista.
Proeza es un grupo centrado en el crecimiento sostenible a largo plazo. Sus unidades de negocio son Metalsa, Citrofrut, Aztrum, Proeza Ventures y Zano.
Cedillo admitió que a finales de los años 80 y principios de los 90 en Metalsa se despedían a las mujeres que se embarazaban, bajo el argumento que debían atender a su familia.
Y bajo este criterio tampoco contrataban a mujeres para trabajar como operarias, por considerar que el trabajo era muy duro.
Estas prácticas han quedado en el pasado y ahora en el Grupo hay equidad de género, respeto a la orientación sexual de sus empleados y salarios igualitarios entre hombres y mujeres que realizan el mimo trabajo.
“Las empresas no existen, existen las personas que están dentro de las empresas. Metalsa y Proeza no serían nada si no estuvieran los 14 mil colaboradores que trabajan ahí”.
Cedillo dijo que los líderes y coordinadores en las empresas juegan un papel fundamental para establecer la cultura humanista dentro de la empresa.
“El humanismo se refleja en el compromiso de la gente; y un empleado comprometido te da un 50 por ciento más de productividad”, reveló.
Cedillo agregó que un empleado se siente comprometido porque se da cuenta que la empresa ve por él o por ella.
Y una prueba del apoyo de la empresa a sus colaboradores fue cuando comenzó la pandemia del Covid-19, la cual envió a hospitales particulares a muchos de sus empleados porque les daban mejor servicio que en las clínicas del IMSS.
“En el inicio de la pandemia empezamos a tener algunas muertes en México porque el Seguro Social es muy malo. Mandaba a la gente con Covid a sus casas y ahí se morían. Entonces, a la gente que se complicaba por Covid, Proeza la llevaba a un hospital privado a que lo atendieran”.




